
El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, ha admitido este viernes, durante su comparecencia en la conferencia de banqueros centrales en Jackson Hole, que existe preocupación por la ralentización de la economía global motivada por las tensiones comerciales. Después de la reciente inestabilidad de los mercados bursátiles, Powell aprovechó su intervención en las montañas de Wyoming para aclarar que la Fed está preparada para impulsar nuevos estímulos monetarios si las turbulencias mundiales dañan la economía estadounidense. Así, sin mencionar los tipos de interés, deja abierta la puerta a rebajarlos después de que ya lo hiciera hace tres semanas. El presidente Donald Trump, quien ha presionado en reiteradas ocasiones a Powell para que baje aún más las tasas, acusó a la Fed de «no hacer nada» y disparó en Twitter: «¿Quién es nuestro enemigo más grande, Jay Powel o el presidente [chino] Xi?».
«Las perspectivas de crecimiento mundial se han deteriorado desde mediados del año pasado. La incertidumbre de la política comercial parece estar desempeñando un papel en la desaceleración mundial y en el débil gasto en manufacturas y en capital en Estados Unidos», ha subrayado el máximo responsable del banco central estadounidense.
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Powell ha asegurado que la baja inflación, que en el caso de Estados Unidos está por debajo del objetivo de la Fed del 2%, es otro de los factores que impulsan la desaceleración de la economía global. «La baja inflación parece ser el problema de esta era, no la alta inflación. No obstante, en el improbable caso de que haya signos de un retorno de la inflación demasiado alta, contamos con herramientas comprobadas para abordar esta situación», ha señalado. “Nos ponen en una situación de desventaja respecto a nuestra competencia. ¡Un dólar fuerte sin inflación! Se mueven como si estuvieran en arenas movedizas. ¡Lucha o vete a casa!”, arremetió este jueves el mandatario republicano en Twitter, en lo que se leyó como un intento de influir en las decisiones del organismo independiente.
Las declaraciones de Powell se han producido poco después de que China confirmara una nueva oleada de aranceles contra los productos del país norteamericano, ante lo que Powell ha asegurado que la Fed no tiene un manual para responder a la incertidumbre que provocan estas tensiones. El cambio estratégico de la Fed a comienzos de agosto, cuando recortó el tipo de interés un cuarto de punto, en una banda entre el 2% y el 2,25%, se presentó como un ajuste preventivo para estimular la economía en medio del escenario de incertidumbre provocado por la guerra arancelaria. La decisión del 1 de agosto fue el primer recorte del precio del dinero desde diciembre de 2008, cuando en plena crisis financiera se dejó en 0%.
Trump quiere que la Fed baje las tasas en un punto porcentual completo, dejándolas en 1,25%. Una acción que según los expertos se debería tomar solo en caso de que EE UU afronte una recesión. Tras el discurso de Powell, en el que el mandatario vio frustrados sus planes para la economía, tuiteó: «Como siempre, la Fed no ha hecho NADA. Es increíble que puedan hablar sin saber o sin preguntarme lo que estoy haciendo —lo cual voy a anunciar pronto—. Tenemos un dólar muy fuerte y una Fed muy débil. Mi única pregunta es, ¿quién es nuestro enemigo más grande, Jay Powel o el presidente Xi?».
As usual, the Fed did NOTHING! It is incredible that they can “speak” without knowing or asking what I am doing, which will be announced shortly. We have a very strong dollar and a very weak Fed. I will work “brilliantly” with both, and the U.S. will do great…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 23, 2019
En su discurso en Jackson Hall el banquero enumeró una serie de riesgos económicos y geopolíticos que la Reserva Federal está contemplando. Muchos de ellos, remarcó, están vinculados a la guerra comercial de la Administración Trump con China y otros países. Pero no fue alarmista. «La economía de Estados Unidos ha seguido funcionando bien en general», afirmó y continuó: «La inversión empresarial y la fabricación se han debilitado, pero son sólidas. El crecimiento del empleo y el aumento de los salarios han impulsado un consumo robusto y apoyado un crecimiento general moderado».
Powell apuntó que es la guerra comercial la que ha interrumpido la inversión empresarial y la confianza; y la que ha contribuido al «deterioro» del crecimiento global. Pekín ha anunciado este viernes la imposición de nuevos aranceles, que pasarán del 5% al 10%, sobre importaciones de Estados Unidos —valoradas en 75.000 millones de dólares (67.700 millones de euros)—. La respuesta de China a la decisión de Washington de aumentar sus aranceles sobre 300.000 millones de dólares de productos chinos, entrará en vigor en dos tramos, el 1 de septiembre y el 15 de diciembre. Estas son las mismas fechas en las que está previsto que se pongan en marcha las penalizaciones estadounidenses.
Sobre problemas como el riesgo de un Brexit salvaje el 31 de octubre, las tensiones en Hong Kong o la desaceleración económica en países como Alemania, Powell sostuvo que la Fed necesita «mirar más allá» de las turbulencias a corto plazo y centrarse en cómo se está comportando Estados Unidos. Por último, Powell aclaró que la Fed no podrá arreglarlo todo a través de la política monetaria. Esta «no puede proporcionar un libro de reglas para el comercio internacional», añadió.
Fuente: El País