Pescanova dobla sus provisiones por los litigios judiciales abiertos

La antigua Pescanova ha doblado el importe destinado a provisiones en el primer semestre de su ejercicio fiscal, finalizado el 31 de mayo, ante los procesos judiciales que tiene pendientes por resolver. En concreto, la compañía indica en su informe semestral que ha ampliado de 15 a 29,9 millones de euros las reservas «para cubrir estas contingencias», cifra que no ha variado durante el segundo semestre en curso.

La compañía, que engloba a los antiguos propietarios de la pesquera y que posee el 1,65% del capital de Nueva Pescanova, tiene ante sí una serie de procesos judiciales por resolver, y que en algunos casos puede desencadenar en consecuencias millonarias. Principalmente el procedimiento penal que será juzgado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a partir del próximo mes de diciembre, y en el que la vieja Pescanova que presidía Manuel Fernández de Sousa está acusada como persona jurídica por su quiebra. 

Dentro de ese procedimiento, el Juzgado Central de Instrucción dictó el año pasado un auto en el que exigía a Pescanova una fianza de 348 millones para responder a las multas solicitadas por las acusaciones, además de otros 603 millones para garantizar la responsabilidades civiles derivadas. Dicho juzgado requirió a Pescanova aportar una fianza de 673,75 millones, decisión que fue paralizada con posterioridad.

Sin embargo, los importes solicitados han puesto en alerta a la cúpula de la compañía: «Una eventual condena en estos términos y su posterior eventual ejecución en el patrimonio de la sociedad por estos importes, podría provocar una situación de insolvencia temporal de Pescanova, con gravísimo e injustificado perjuicio a nuestros 9.000 accionistas», explica la compañía.

Sin embargo, esta maneja dos alternativas para evitar dicha situación. La primera, que dichas sanciones tendrían «carácter concursal» y deberían serles de aplicación las quitas reflejadas en el convenio de acreedores, que llegan al 97,5%, según los gestores actuales de la sociedad, una interpretación que no comparte el Ministerio Fiscal, que defiende que esos importes tendrían un carácter privilegiado.

En segundo lugar, los gestores de Pescanova entienden que las obligaciones de pago de esas cantidades, y que excedan sus provisiones, tendrían que ser asumidas por Nueva Pescanova por lo estipulado en los acuerdos de fusión y segregación. 

Otros procedimientos

El antiguo gigante pesquero tiene abiertas, además, tres causas en las que se enfrenta a Nueva Pescanova. El primero tiene que ver con al financiación que esta firmó en 2015 con siete entidades financieras, y que estipulaba una obligación de pago de 300 millones en un plazo de hasta 30 años en compensación por las quitas que tuvieron que aceptar en la quiebra de la pesquera. La antigua Pescanova cree que esa obligación supone un deterioro patrimonial para Nueva Pescanova, y su demanda de anulación fue admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia de Vigo.

El otro litigio tiene que ver con la ampliación de capital que Nueva Pescanova llegó a cabo en abril de 2017, que diluyó la participación de la antigua del 20% al 1,65%. Esta impugnó el proceso ante los Juzgados de lo Mercantil y la Audiencia Provincial de Pontevedra, que sucesivamente desestimaron sus argumentos. El proceso está ahora en el Tribunal Supremo, a la espera de ser admitido o no el recurso de casación.

El tercer caso es la demanda de Nueva Pescanova contra la obligación de prestar medidas de apoyo económico a Pescanova, cuestión que fue desestimada en sentencia firme por el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra. En paralelo, interpuso otra demanda solicitando indemnizaciones por los perjuicios que le ocasionarían dichos apoyos económicos, y que ahora se dirime en la Audiencia Provincial de Pontevedra. «Una eventual estimación del recurso interpuesto por Nuevaa Pescanova determinaría el nacimiento de una obligación de restitución a cargo de la sociedad de todas las cantidades recibidas como consecuencia de estas prestaciones», explica Pescanova.

Esta, además, tiene abiertos varios expedientes de la CNMV por remisión de información inexacta o por una resistencia a su actuación supervisora. 

Nuevos proyectos

En su informe semestral, Pescanova informa que su consejo de administración ha aprobado un Plan Estratégico para retomar la actividad comercial en Sudamérica. Para ello ha creado una infraestructura de distribución en Bolivia «con el fin de comercializar en dicho mercado productos del mar y otros productos de alimentación». «El Consejo de Administración pretende, con esta nueva actividad, dar comienzo a una nueva fase de la compañía, la cual de esta manera recuperaría su actividad propia y dejaría de ser exclusivamente una sociedad de mera tenencia de su participación en Nueva Pescanova», menciona el informe.

Fuente: Cinco Días