La planta de Figueruelas no fabricará el nuevo Opel Corsa ni optará a nuevas adjudicaciones de más modelos del grupo. La empresa le ha comunicado al comité de empresa que, ante el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo, cancela “con efecto inmediato” el proyecto P2JO, que es como se conoce internamente a la adjudicación del nuevo Opel Corsa y todas las inversiones para la línea 1 de producción.

Esta paralización afectaría además a la producción a futuro del Aircross y el Crossland X que se ensamblan en esta planta. La dirección ha comunicado que están “buscando emplazamientos alternativos en las fábricas del grupo PSA” para el proyecto del Corsa, según explicaron fuentes de la compañía a Cinco Días.

La compañía congela asimismo “el proyecto de ampliación de capacidad en la nave de carrocerías” e inicia el estudio para “la integración en el medio plazo de las dos líneas de montaje en una sola línea en la nave de acabado final”, explicaron desde la dirección de Figueruelas al comité.

Aunque no se han hecho públicos datos del monto de las inversiones, la automovilística, ahora propiedad de la francesa PSA, ha invertido unos 500 millones de euros en la factoría de Figueruelas en el periodo 2013-2015. La previsión, antes de la adjudicación del proyecto P2JO, era mantenerse en esta línea pero los nuevos modelos iban a incrementar sustancialmente esta asignación.

Este puñetazo en la mesa se produce tras la paralización de las negociaciones para el convenio colectivo en la fábrica. El comité de empresa comunicó el martes a la dirección de la compañía que suspendía todas las negociaciones del convenio colectivo hasta que no se cumplieran las reivindicaciones concretas de los sindicatos.

“Hablamos de suspender, en ningun caso de romper las negociaciones”, resalta Sara Martín, presidenta del comité de empresa de Figueruelas, a Cinco Días que descarta comentar la “decisión unilateral de la compañía” sobre la cancelación del proyecto P2JO. “Estamos convocando a los trabajadores para una concentración mañana a las 9:35 horas enfrente de las oficinas de la fábrica para trasladar nuestro rechazo”, afirmó.

La empresa aseguró en ese momento que esta paralización abría una “crisis sin precedentes” para la fábrica y este anuncio ha sido la contundente respuesta, que pone en el alero la supervivencia de la fábrica. La dirección aseguró al comité de empresa que “el grupo PSA solo realizará proyectos que tengan rentabilidad económica y que conlleven acuerdos de competitividad”.

Indicaron que, a partir de ahora, “se gestionarán los impactos y la pérdida de empleos de la manera más eficiente posible” y que la siguiente negociación implicará “la introducción de estos nuevos conceptos en el convenio colectivo”, señalaron. Según Martín, “después de este anuncio no hay fecha prevista para ninguna reunión ni negociación”, razón por la que además se convocan las movilizaciones.

El comité instó ayer a la empresa a que reconsidere su postura y acepte las condiciones de la plantilla para poder retomar las negociaciones y alcanzar un acuerdo de convenio “que garantice las inversiones y el futuro de la planta y que a la vez sea compatible con unas condiciones laborales dignas para los trabajadores”.

Martín detalló que los cinco puntos inexcusables que han pedido a la empresa que apruebe son “contratos de jubilación para los nacidos en 1957 y planes de rejuvenecimiento para los 1.577 empleados que cumplen ahora 61 años; recuperación de 170 empleados eventuales; un acuerdo pactado para que los mandos intermedios entre en el convenio colectivo y, por último pero el más importante, un plan industrial que suponga la plena capacidad de la fábrica para las dos líneas de producción y tres turnos”. Esta última solicitud supone la “formalización de las adjudicaciones” anunciadas en diciembre de 2016, cuando Opel aún pertenecía a General Motors, es decir, este proyecto P2JO que se discute.

La adjudicación del Opel Corsa, del Aircross y el Crossland X suponía garantizar el futuro de la planta zaragozana hasta más allá de 2020, fabricando uno de los vehículos más vendidos en España y en Europa. Les permitía aspirar a alcanzar de nuevo la saturación de sus líneas de producción, unas 500.000 unidades.

Sin embargo, el grupo PSA está pidiendo a todas las plantas de Opel medidas de competitividad muy exigentes para volver a la rentabilidad, situación que la automovilística no ha vivido desde hace 20 años. PSAaplicó estas medidas de recorte con su propio grupo en 2014, tras la quiebra y el rescate de 2012, y recuperó los números negros en dos años. La exigencia es para Opel máxima.

PSA vende un 6% más en España

Obtiene un 22% de cuota con sus cuatro marcas.

La automovilística PSA, propietaria de las enseñas Peugeot, Citroën, DSy Opel, vendió 311.673 vehículos en el mercado español durante el año pasado. Representa un crecimiento del 5,8% más respecto al volumen registrado en 2016.

Este volumen supone alcanzar una cuota de mercado del 21,72% en España entre sus cuatro marcas (Peugeot, Citroën, Opel y DS).

Según aseguró la automovilística, PSA “lideró el mercado en España con una penetración en el mercado dos puntos por encima del siguiente grupo”, afirmaron. La empresa francesa también fue la primera por volumen de ventas en el segmento de vehículos comerciales, con una cuota del 32,9%.

En concreto Peugeot ocupó la segunda posición en el ranking por marcas con un 8,21% del mercado total, matriculó 117.827 vehículos en el territorio nacional, un 8,26% más que en 2016.

Le siguieron Citroën, con 95.562 unidades, un 12,53% más; Opel, con 94.609 unidades, y DS, con 3.675 unidades.

Fuente: Cinco Días