La dirección de Nissan y el comité de empresa no han conseguido cerrar un acuerdo para la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en las plantas de la compañía en Cataluña y que afecta a 3.000 personas.

Según han informado fuentes sindicales a CincoDías, en la reunión de este jueves no se han concretado las medidas y condiciones necesarias que desde el comité de empresa consideran «primordiales».

Los trabajadores de las plantas afectadas por el ERTE -Zona Franca, Montcada y Sant Andreu de la Barca- reclaman establecer un complemento salarial para garantizar el 90% del sueldo sin que se incluyeran pagas y vacaciones.

Además, la parte social ha solicitado que solo se pueda reestablecer la actividad en las plantas, que suman unos 3.500 empleados, «única y exclusivamente» cuando se tenga la garantía de que no hay peligro de propagación del coronavirus entre los empleados.

De este modo, las condiciones de aplicación del ERTE «unilateral por fuerza mayor» recogen un complemento salarial del 80%, mientras que los trabajadores que puedan trabajar desde casa o se les pueda garantizar las medidas sanitarias adecuadas no se verán afectados. También quedan fuera las personas pendientes de prejubilación.

El ERTE, que se presentará esta misma tarde, estará en vigor mientras duren las causas por las que se ha presentado: falta de suministros y riesgo de contagio por coronavirus. La empresa ha comunicado a sindicatos que la medida tendrá efectos retroactivos desde el 16 de marzo, algo que debe ser aprobado por la administración.

«Nos parece una falta total de respeto la nula voluntad de Nissan de buscar un acuerdo positivo, estableciendo unas condiciones muy por debajo de lo que está cubriendo el sector», denuncian desde el comité de empresa.

Los trabajadores consideran que esta decisión «unilateral» no hace más que poner en riesgo las próximas negociaciones, la viabilidad de la planta y el futuro de las personas que trabajan en Nissan. «Desde el comité tomaremos las medidas necesarias para la impugnación de este ERTE», asegura el comité de empresa.

Además, el fabricante japonés también ha aplicado un ERTE en su instalación de Ávila. Todos los trabajadores se encontrarán regulados, salvo aquellos que puedan realizar teletrabajo y alguna actividad puntual que pudiera haber.

En la actualidad, la planta, que está siendo sometida a una reconversión de fábrica de vehículos a factoría de recambios, cuenta con 200 personas trabajando, ya que el resto, hasta los 451, se encuentran en otro ERTE.

Fuente: Cinco Días