Balance inicial de la portabilidad, el cambio de operador por parte del cliente, manteniendo su número, en el mercado español durante el primer trimestre del año. MásMóvil se ha impuesto a sus competidores en un periodo marcado por la suspensión de los cambios de operador en los últimos 15 días tras su inclusión en el real decreto de declaración del estado de alarma para hacer frente al coronavirus.

En este escenario, la compañía que dirige Meinrad Spenger ha ganado en torno a 143.500 líneas móviles en el primer trimestre, según ha podido saber este periódico. Los datos deberán ser confirmados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

A continuación se ha situado la operadora de low cost Digi, que ha ganado cerca de 71.000 líneas de telefonía móvil entre enero y marzo.

Entre las grandes operadoras destaca Vodafone, que ha ganado en torno a 27.800 líneas móviles en portabilidad. Según fuentes del sector, la operadora se ha visto favorecida por la adjudicación del contrato de telefonía móvil con la Guardia Civil, que supuso la incorporación de cerca de 70.000 líneas, y que se unen con el lote de móvil del contrato con la Administración General del Estado, obtenido en los últimos meses de 2019.

Por el contrario, Telefónica ha perdido cerca de 100.000 líneas móviles en los tres primeros meses del año por la portabilidad, por en torno a 165.000 de Orange y unas 2.200 del grupo Euskaltel.

En el ámbito de la telefonía fija, MásMóvil también encabezó el ranking durante el primer trimestre, al ganar en torno a 65.000 líneas.

En sentido inverso, Vodafone se ha dejado cerca de 17.000 conexiones de telefonía fija, en parte por la pérdida de algún gran contrato, por algo más de 32.000 accesos de Orange, cerca de 72.000 de Telefónica, y 1.000 por parte de Euskaltel.

El sector se enfrenta ahora a un momento de incertidumbre, tras la decisión del Gobierno de levantar algunas barreras a la portabilidad, que podrían permitir una reactivación de la actividad en el ámbito móvil. En la nueva normativa en torno al estado de alarma, el Gobierno estableció como limitaciones el hecho que tenga que ir un técnico instalador a casa del cliente, o bien que este último tenga que acudir a una tienda para poder realizar la portabilidad. La paralización inicial de las portabilidades estaba justificada en impedir los riesgos de contagio para los instaladores.

Fuente: Cinco Días