Los comercios españoles son los que más sufren la delincuencia y la merma en sus stocks. Así lo pone de manifiesto une estudio presentado hoy por Crime&tech, una startup surgida en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, y la multinacional Checkpoint System, que ha analizado la incidencia de la pérdida conocida y desconocida en establecimientos de 11 países europeos.

De todos ellos, España es la que ocupa la primera posición. Comercios y supermercados ven cómo dejan de ingresar alrededor del 2% de su cifra de ventas total al cabo de un año como consecuencia  de la pérdida de stocks, ya sea por, principalmente, hurtos o roturas de productos. Según el estudio, entre el valor de los hurtos y las inversiones en seguridad para evitarlos, el coste anual es de 3.645 millones de euros en nuestro país, el 70% por pérdidas y merma y el resto por los equipamientos de seguridad instalados.

El periodo con mayores pérdidas en los comercios españoles es la primavera, habitualmente el que concentra buena parte de los nuevos lanzamientos de colecciones y productos, además de los periodos vacacionales, sobre todo Navidad, y especialmente los fines de semana.

Esta merma comercial es más acusada en la alimentación. En este caso, supone el 2,6% de las ventas en España, mientras que en otras categorías de artículos es de la mitad, de 1,3%. Los productos más sustraídos son los vinos, licores, quesos, carnes, cosméticos y perfumes. En el resto de países europeos, los productos que más sufren las pérdidas conocidas y desconocidas son los auriculares y discos duros, pantalones, prendas deportivas, licores o cosméticos.

A nivel de los 11 países analizados, la suma de los bienes sustraídos de forma ilegal de los comercios equivaldría a las ventas de la cuarta cadena de distribución europea, llegando a 49.500 millones de euros. Después de España, los países con mayores pérdidas de este tipo son Bélgica y los Países Bajos con un 1,9% y Francia con un 1,7% de su cifra de ventas total.

El informe refleja cómo el modus operandi de los fraudes también se sofistica. Este ha detectado fraudes en la manipulación de los datos de ventas y KPIs, por el uso desleal de tarjetas de fidelización y de regalo, en los falsos reembolsos y devoluciones, y en sobreprecios de artículos. El hurto externo, es decir, el realizado por los clientes, es el más frecuente, y en él, el 28% es realizado por individuos en solitario y el 72% restante por grupos de entre dos y tres personas,

Fuente: Cinco Días