La fe ciega en las acciones de EE UU podría estar dando paso a los fundamentales. Sin embargo, las valoraciones de las acciones son altas, las tensiones comerciales y los tipos de interés están aumentando, y la temporada de ganancias está en marcha. Hay muchas cosas a las que los inversores pueden reaccionar.
Seis meses de ganancias apenas interrumpidas impulsadas por las tecnológicas llevaron al S&P 500 a un máximo histórico el 20 de septiembre. También marcó el rally alcista más largo de la historia, según algunas mediciones. Esto ha cambiado en los últimos días, con un descenso del 3,3% el miércoles y los mercados mundiales siguiendo el ejemplo. El jueves bajó otro 2,1%. El rendimiento de los bonos a 10 años volvió a bajar, después de superar el 3,2% hace unos días.
Es un patrón bastante normal: los inversores se toman un respiro. La Fed, está subiendo lenta pero constantemente las tipos a corto plazo. Esto refleja una década de crecimiento económico, un mercado laboral muy apretado con un desempleo por debajo del 4%, y un cierto fortalecimiento de la inflación, aunque el ritmo de los aumentos de los precios se redujo al 2,3% interanual en septiembre, según los datos del jueves.
El presidente Donald Trump dijo a Fox News el miércoles que pensaba que la Fed estaba “volviéndose loca” y que estaba subiendo los tipos demasiado rápido. Sin embargo, también sugirió a los reporteros que la liquidación del mercado, que él llamó una “corrección”, iba con retraso. Eso puede estar más cerca de la realidad.
La temporada de ganancias del tercer trimestre también está en marcha en EE UU. La ratio precio/beneficios se situó en 33 en septiembre, lo que sugiere que las valoraciones están en su punto más alto desde 2001. Esto significa que los inversores deberían ser sensibles a cualquier signo de ralentización del fuerte crecimiento de los beneficios empresariales.
Luego están las nubes en el panorama global, desde la disputa comercial entre EE UU y China hasta las señales de problemas –y la timidez de los inversores– que rodean a ciertos mercados emergentes. Si las acciones deben tener el precio adecuado, incluso las sombras más tenues pueden convertirse en una razón para venderlas.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
Fuente: Cinco Días