NH ha salvado los muebles en un verano en el que las compañías hoteleras más dependientes del vacacional, como Meliá, han sufrido las consecuencias de la inseguridad en República Dominicana o en el que otras firmas se han visto perjudicadas por el traslado masivo de viajeros a Turquía. La firma dirigida por Ramón Aragonés cerró ese trimestre con un crecimiento de los ingresos del 7,8%, tal y como destacó la firma en el hecho relevante remitido a última hora de la tarde la CNMV, por la buena evolución de España. Los ingresos crecieron un 9% en esos tres meses, gracias al tirón de los precios en Madrid, Barcelona y ciudades secundarias, seguida por Benelux e Italia, también en tasas positivas. “El gran comportamiento del segmento hotelero urbano en las principales capitales europeas durante el período nos permite confirmar los objetivos anuales marcados al inicio del ejercicio y afrontar el futuro cercano con una fuerte solvencia financiera, debido a un bajo nivel de endeudamiento”, remarcó Aragonés.

El tirón de los ingresos permitió cerrar los nueve primeros meses del año con un ebitda de 209 millones de euros, lo que supuso un alza del 13% o de 23 millones de euros en términos absolutos, y un beneficio neto de 62 millones de euros. NH resalta que cerró septiembre con una tesorería de 268 millones de euros, pese a haber materializado inversiones por 130 millones y al pago de un dividendo el pasado 14 de junio por un importe de 59 millones de euros. El pasivo cerró el trimestre en 190 millones de euros, lo que se sitúa por debajo de una vez ebitda. De esta manera, la hotelera confirmó ayer sus objetivos de cerrar 2018 con un ebitda de 265 millones y un beneficio neto cercano a los 100 millones de euros.

Tras el traspaso de los hoteles de Portugal en manos de Minor, que ahora serán gestionados por NH, la cartera de la hotelera queda fijada en 371 hoteles y 57.602 habitaciones. Además de los inmuebles en Portugal, la firma abrió 11 hoteles entre enero y septiembre y reformó 27 establecimientos, de los que seis estaban en España, otros seis en Italia y otros seis en Europa Central.

Fuente: Cinco Días