Netflix ya dejó claro la semana pasada durante su presentación de resultados trimestrales que el impacto del Covid-19 en la economía no está afectando a todas las empresas por igual. Mientras muchas compañías lanzan un grito de auxilio porque están al borde de la quiebra o ven impracticable su negocio en la situación actual, hay sectores que están saliendo beneficiados de la crisis del coronavirus, y uno claro es el tecnológico, aunque no haya sido fruto de una estrategia planificada y pueda ser algo coyuntural.

La plataforma de vídeo bajo demanda liderada por Reed Hastings es uno de los ganadores. Ha disparado en casi 16 millones su número de suscriptores en todo el mundo entre enero y marzo, gracias a que millones de personas se han visto obligadas a quedarse en casa y buscar alternativas de entretenimiento mientras los cines y otros lugares de ocio echaban el cierre obligados por los gobiernos para evitar la propagación del virus. Los beneficios brutos de la empresa en el trimestre fueron de 958 millones de dólares, frente a los 459 millones del mismo periodo del año anterior.

Junto a Netflix, otras plataformas audiovisuales como HBO, Amazon Prime Video, Filmin o Movistar+, también se están beneficiando de la situación. Disney+, por ejemplo, ha alcanzado unos 50 millones de clientes de pago globales solo cinco meses después de su estreno en noviembre, más de la mitad de su objetivo de 90 millones para 2024. Y Quibi, el llamado Netflix de bolsillo, estrenado en EE UU y Canadá el 6 de abril, alcanzó 1,7 millones de descargas en su primera semana. Todo indica que, aunque sus vídeos para móviles (de no más de 10 minutos) son idóneos para escapadas o desplazamientos, la gente cuando está atrapada en sus casas encuentra momentos para consumir todo tipo de contenidos.

Aunque en el caso de Netflix sus acciones se han revalorizado en torno a un 30% este año (suben un 11% desde mediados de febrero) y ya vale en Bolsa unos 186.040 millones de dólares, la firma se enfrenta, como el resto de los actores del sector, a algunos obstáculos. El parón de rodajes en casi todos los países del mundo retrasará el estreno de nuevos títulos y muchas plataformas temen que una vez que los gobiernos levanten las restricciones de movimiento por el coronavirus puedan disminuir las visualizaciones y el crecimiento de suscriptores.

Jeff Bezos elevó su fortuna en 25.000 millones de dólares desde enero al 15 de abril

Otro negocio que está saliendo beneficiado de la crisis del coronavirus es el comercio electrónico. Y ahí Amazon pone la guinda. No solo gracias a la demanda de sus servicios minoristas porque más gente compra online por el confinamiento si no también por el tirón de sus servicios en la nube, pues muchas empresas se han visto obligadas a cerrar sus oficinas y mantener sus operaciones con sus empleados teletrabajando.

Las acciones de Amazon, que suben un 23,6% en lo que va de año, se dispararon el pasado jueves después de que Goldman Sachs elevara su precio objetivo un 12% hasta los 2.900 dólares, el más alto en Wall Street. También Jefferies y el grupo asesor de Telsey hicieran lo mismo, hasta 2.800 dólares. Todos resaltaron la fuerza con la que la compañía se está comportando, lo que le ha llevado a contratar a 175.000 empleados extra para responder a un tirón de la demanda que recuerda a la que tiene en diciembre, cuando se produce uno de los picos más altos de venta para la compañía, y a subir la retribución a sus empleados.

La contrapartida a todo este éxito, según reconoce la propia Amazon, será un aumento en 500 millones de los costes de remuneración, lo que lastrará los beneficios. También el hecho de que la compañía está teniendo que afrontar fuertes protestas de muchos trabajadores, que la acusan de pensar más en el negocio que en la salud de los empleados, y la vigilancia de algunos gobiernos por esta razón. Todo ello no ha impedido, sin embargo, que el analista de Goldman Heath Terry se muestre confiado en que este avance de Amazon en estas fechas le permitirá aumentar su tasa de crecimiento a largo plazo e impulsará su rentabilidad.

Un trabajador de Amazon reparte pedidos durante la pandemia. Un trabajador de Amazon reparte pedidos durante la pandemia.

Ligado igualmente al ecommerce, otra empresa está haciendo dinero. Se trata de la tecnológica canadiense Shopify, cuyas acciones se han visto revalorizadas un 65% en el último mes, convirtiéndose en la segunda empresa más valiosa de Canadá por capitalización, solo por detrás de Royal Bank of Canada. Vale 76.000 millones de dólares, más que gigantes del sector como eBay. Esta empresa de software de comercio electrónico permite a los comerciantes montar rápidamente tiendas online, ofreciéndoles herramientas de pago, control de inventario y envío. Algo clave cuando el virus ha obligado a cerrar casi todas las tiendas físicas. Su éxito, no obstante, no está exento de riesgos, pues como dice la CNBC una larga recesión podría provocar que muchos de sus clientes cierren sus negocios.

Shopify ya es la segunda empresa más valiosa en Canadá, gracias a esta crisis

La crisis sanitaria también ha impulsado fuertemente el uso de programas colaborativos y servicios de videollamada. Entre los más utilizados destacan Teams y Skype (de Microsoft), Webex (Cisco), Slack y Zoom Video Communications. Esta última aseguró el pasado miércoles que ya cuenta con 300 millones de usuarios diarios, frente a los 200 millones de marzo. Un aumento que se produce pese a los problemas de seguridad de la plataforma, que la compañía ha ido corrigiendo en los últimos días.

Todas estas empresas se están beneficiando de la situación de pandemia, a medida que más eventos empresariales, escolares y sociales se hacen a través de videoconferencias. Microsoft dijo recientemente que las videollamadas a través de Teams crecieron un 1.000% en marzo y que 183.000 instituciones educativas en 175 países usan esta herramienta para temas de educación. Cisco, por su parte, también arroja cifras sorprendentes: en el mes de marzo, su aplicación superó los 300 millones de usuarios y los 14.000 millones de minutos en reuniones a través de Webex.

La alta demanda de estas apps también ha elevado el valor en bolsa de Zoom, que ya sobrepasa los 46.000 millones, duplicando la cotización de Twitter y multiplica por tres la de Slack. Los títulos de Zoom han pasado de valer 108 dólares el 16 de marzo a 178 dólares este último viernes.

Centro de datos de Equinix. Centro de datos de Equinix.

Como dice Chuck Collins, coautor de un informe reciente del Institute for Policy Studies sobre cómo esta crisis está aumentando el patrimonio de algunos multimillonarios en EE UU como Jeff Bezos (que desde el 1 de enero y hasta el 15 de abril elevó su fortuna en 25.000 millones de dólares): “Esta es la historia de dos pandemias, con sacrificios muy desiguales”. Las crisis, vuelve a verse, no afectan nunca por igual a todos. Aunque habrá que ver si en un plazo más largo hay empresas que resulten de verdad inmunes a los impactos del Covid-19.

Estar en el lugar correcto en el momento justo

Más software y computación en la nube. Muchas tecnológicas se han beneficiado de esta crisis por el simple hecho de estar en el lugar correcto en el momento justo. En tiempos de teletrabajo, educación a distancia y compras online, empresas como Microsoft y Google han visto crecer, al igual que Amazon, sus servicios en la nube. El brote de Covid-19 ha alimentado la demanda de software y servicios de computación en cloud. Microsoft, por ejemplo, dijo el 30 de marzo que había registrado un incremento del 775% en el uso de sus servicios en la nube Azure en las regiones afectadas por el confinamiento. Y Citrix ha elevado un 20% sus ingresos en el primer trimestre, gracias a la demanda de licencias para trabajo en remoto como resultado de la pandemia.

PC, centros de datos y ciberseguridad. Por la misma razón, han tenido viento de cola empresas como Equinix y CyrusOne, especializadas en conexión a internet y centros de datos, cuyas acciones se han disparado en el último mes; fabricantes de PC y servidores para centros de datos, como Dell, HP o Lenovo; empresas de chips como Intel o Texas Instrument; compañías de ciberseguridad como NortonlifeLock (antes Symantec), beneficiadas por el aumento de los ciberataques en tiempo de pandemia, y empresas ligadas al videojuego como Nintendo, que ha logrado estos días su mayor pico en bolsa desde marzo de 2018. Con todo, prácticamente no hay empresa tecnológica que no admita que el resto del año está nublado, dada la magnitud de la crisis. Muchas temen que haya habido una demanda adelantada a principios de año y que la segunda mitad de 2020 sea más débil.

Redes sociales. Estos nubarrones ya los empiezan a sentir Google, Facebook, Twitter o Snap. Aunque todas han experimentado un uso récord de sus servicios con el Covid-19 (Snap subió un 20% en bolsa tras anunciar el 22 de abril que sus ingresos habían subido en el trimestre un 44% frente al mismo periodo del año anterior), todos los analistas avanzan una caída importante en la publicidad digital, pues muchos anunciantes de estas plataformas son pequeñas empresas que corren mayor riesgo durante la desaceleración económica prevista.

Fuente: El País