A las dos marcas más populares del imperio cava se les empaña el brillo. Codorníu y Freixenet han desaparecido de la The World’s Most Admired Wine Brands, una clasificación publicada durante la feria Prowein de Dusseldorf, cita de referencia internacional, y que encumbra a los cincuenta sellos más reputados de la industria del vino. La relegación en el ránking se produce en pleno debate sobre la imagen que quiere proyectar el cava, a caballo de la rentabilidad que procura la venta por volumen y de la exclusividad.

El negocio del cava bracea para no perder personalidad ni ceder hueco en el mercado. Los más de 250 millones de botellas que despachan las bodegas anualmente no evitan las tensiones que anidan dentro del sector, dividido por qué estrategia comercial interesa más. El deseo no oculto del Consejo Regulador es tratar de acortar distancias con el prestigioso champagne pero hay productores más preocupados por si el económico prosecco les resta ventas.

En este contexto, Codorníu y Freixenet han desaparecido solo en dos años de una clasificación que se basa en las opiniones de profesionales del sector de 48 países que realiza anualmente la revista británica Drinks International, este año junto a la consultora Wine Intelligence. La clasificación se considera una referencia internacional para evaluar la calidad de producto de cada bodega.

En 2017, ambas marcas constaban en la clasificación, puesto 24 y 39, respectivamente. El año pasado, Codorníu perdía diez puestos pero conservaba su presencia entre las 50 más afamadas, no así Freixenet. Este año, ambas han quedado excluidas del cuadro de honor. El mes pasado, Javier Pagés, presidente del Consejo Regulador del Cava salió al paso para tratar de liquidar cualquier atisbo de duda sobre la salud del sector: “El cava tiene prestigio, es un número uno mundial”, dijo.

La exclusión de las dos grandes marcas cavistas del listado llega poco meses después de que ambas empresas registraran cambios en su accionariado, tras acceder la alemana Henkell al capital de Freixenet y, poco después, entrar el fondo de inversión Carlyle en Codorníu.

The World’s Most Admired Wine Brands también desplaza a Bodegas Torres del liderato que ocupó en 2018 pero la mantiene como la mejor marca europea, solo por detrás de la australiana Penfolds. Les siguen Villa Maria de Nueva Zelanda, Concha y Toro de Chile y la francesa M. Chapoutier. Francia es el país con mayor representación, con 15 marcas, seguida por Australia con 8, mientras que de España hay 5, aunque 4 de ellas se encuentran entre las 15 primeras marcas del listado: Marqués de Riscal, Campo Viejo y Vega Sicilia, además de Torres. Ramón Bilbao entra por primera vez en el ránking.

Fuente: El País