El presidente Donald Trump va a aplicar aranceles a los paneles y células solares importados a EE UU. Eso debería aliviar la presión sobre los fabricantes supervivientes, pero el encarecimiento de las importaciones afectará a la mayor parte del sector.

El Representante de Comercio del país dijo el lunes que impondrán aranceles del 30% sobre módulos y células solares, y de hasta el 50% en lavadoras de gran tamaño. Ambas medidas se basan en la Sección 201 de la Ley de Comercio de 1974. La decisión del Gobierno de emplear esa parte poco utilizada del derecho comercial puede augurar políticas comerciales más duras.

Los aranceles pueden aliviar la presión que sufren los fabricantes estadounidenses desde hace mucho tiempo. El Gobierno descubrió en 2012 que China daba subsidios injustos a los exportadores de células solares, en torno al 15%, lo cual estimuló a Washington a imponer aranceles ese año. Pero los críticos dicen que las empresas chinas simplemente cambiaron la producción a otros países para evadir los aranceles. Según los fabricantes, la cuota de mercado de los productores de EEUU cayó del 21% en 2012 al 11% en 2016, lo que generó 1.200 pérdidas de empleos en el país.

La industria solar en general de EE UU se ha resistido ferozmente a las nuevas tasas. La fabricación es una porción relativamente pequeña, y representó solo en torno al 15% de sus 260.000 empleos en 2016. Por contra, la instalación representó el 53%. Las ventas y la distribución, junto con el desarrollo de proyectos, representaron otro 25%.

Los impuestos afectarán también a esos sectores, que se han beneficiado de la caída del coste de los paneles importados. Un arancel del 50%, por ejemplo, aumentaría el coste de los proyectos solares básicos hasta en un 6% y los proyectos a escala de servicios hasta en un 17%, según ClearView Energy Partners. Aunque los aranceles sean más bajos de lo que pretendían los fabricantes, algunos creen que podrían retrasar varios años los recientes descensos de precios. En EE UU hay tanto productores como consumidores. Al igual que con otros asuntos comerciales, es difícil lograr el equilibrio, y es fácil sumar un nuevo error a otro anterior.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días