Ha dejado atrás más de 16 años de carrera en la firma danesa Bang & Olufsen para iniciar un proyecto nuevo en España de la mano de otra marca prémium, Leica, que abre un concepto denominado gallery store, 350 metros cuadrados en el barrio de Salamanca de Madrid, un espacio dedicado a tienda y galería de arte, que esta semana estrena exposición dedicada al fotógrafo Steve McCurry, conocido por retratar a una bella niña afgana de ojos verdes, cuya fotografía se publicó en la portada de la revista National Geographic en 1984. Anteriormente, trabajó para Ford, Hertz y, en una primera etapa, para una aseguradora. Ahora, ha recibido el cometido por parte de la firma alemana, fundada en 1846 y que factura en el negocio de cámaras 400 millones de euros, de abrir mercado en España y Portugal.

¿Qué le hizo dejar Bang & Olufsen para embarcarse en este nuevo proyecto?

En Leica llevo ocho meses y me he dado cuenta de que necesitaba un proyecto de carrera, sobre todo porque se trata de una marca con una gran fortaleza. No tenía subsidiaria en España, y suponía un papel en blanco para dar soporte a nuestros principales partners y desarrollar el mercado. Y la apertura de la primera tienda en España de la marca supone un hito importante, porque dedicamos 130 metros a exposición y, aunque no vendemos fotografías, este es el primer pilar del negocio de Leica y queremos estar cerca de nuestros fans. 

La empresa ha sufrido diferentes avatares y ha cambiado de manos a lo largo de su más de un siglo vida.

Está gestionada por la familia Kauffman [a través del fondo de inversión Austrian Capital Management, que adquirió el 97% en 2006] y el fondo de inversión Blackstone [en 2008 se hizo con el 45% del negocio]. La implicación de la familia es enorme y es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí. Leica es una marca llamada a ser leyenda y perdurará en el tiempo. 

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¿Cuáles son los puntos fuertes de la marca?

Es un icono, una leyenda centenaria. Después de haber pasado mi carrera en una marca legendaria del lujo, solo podía dar el paso a un sector como este, a desarrollar una marca icónica en un mercado que no está establecido.

¿Qué pasos hay que seguir para abrir mercado?

La primera prioridad es trabajar con nuestros partners más sólidos, como son Casanova, en Barcelona; Fotocasión, en Madrid, y Ruano, en Mallorca, negocios en segundas generaciones, sólidos y rentables. Y queremos ayudarles a hacer la transición en el negocio de fotografía. España tiene tradición en arte, fotografía y observación, donde Leica cuenta con una marca de prismáticos, Sport Optics. Vamos a desarrollar el mercado a través de la experiencia del cliente. Ese es el camino para las firmas del lujo. No es expansivo, ya que la fotografía es un mercado nicho, y en los próximos tres años abriremos seis tiendas en España. 

¿Cómo realizarán esa transición, de la que habla, con sus socios?

Después de 19 años de transición de analógico a digital, el mercado de la fotografía está tocado. Se está viviendo la segunda revolución digital y queremos encabezarla. Queremos ayudar a los partners a profesionalizar el negocio, a orientarse al cliente prémium. Leica quiere invertir en ser líder en el planteamiento de cómo va a ser el mercado de la fotografía, construyendo un centro de desarrollo en Silicon Valley centrado en el desarrollo de la fotografía computacional, con algoritmos. Somos la única marca de lujo en este mercado y tenemos que liderar el avance. 

¿Cómo compite una firma de cámaras fotográficas con los dispositivos digitales?

Es cierto que hay un descenso en la venta de cámaras, a pesar de que ahora se hacen más que nunca, ya que la gente desea tener una instantánea en el momento, pero eso no es hacer una foto de verdad. Somos una marca aspiracional. De hecho, hay un mercado de segunda mano increíble porque mucha gente quiere tener una cámara antigua, y eso solo ocurre con las marcas icónicas. Ahora lanzamos un modelo nuevo a nivel mundial, SL2, que está llamado a ser leyenda, ya que es de magnesio, intuitiva y la puede usar cualquiera. Nos va a dar gran parte de nuestro presupuesto en los próximos dos años. 

¿Qué objetivos se han marcado?

Barajamos vender 300 de este modelo; el precio del cuerpo es de 6.000 euros y el resto depende de la óptica que se le ponga, pero tendrá un precio global a partir de 10.000 euros. No hay que olvidar que tardamos dos años en lanzar un modelo nuevo. Tenemos que aportar siempre novedades porque la fotografía es para gente inquieta que desea comunicar algo y de forma diferente.

Fuente: El País