“Hemos ganado esta batalla”. Las empleadas de las cinco tiendas de Bershka -cadena orientada al sector adolescente, propiedad del grupo Inditex– en la provincia de Pontevedra han conseguido doblar el pulso a la potente multinacional de la moda española. Nueve días consecutivos de huelga secundados por el cien por ciento de una plantilla eminentemente femenina distribuidas en Vigo, Vilagarcía de Arousa y Pontevedra, han hecho posible el acuerdo. “Habríamos aguantado los que hicieran falta”, sostienen las representantes de las trabajadoras en el comité de empresa que preside la Confederación Intersindical Galega (CIG).

En la negociación del pasado martes Inditex no consiguió poner fin al conflicto laboral. Las trabajadoras rechazaron la oferta de la empresa, que accedía a concederles el tiempo de descanso, permiso por lactancia, y elección de vacaciones, así como el plus de 80 euros mensuales de los que disfrutan sus compañeras de la provincia de A Coruña, pero les negaba otro plus, de 50 euros mensuales, que también reclamaban para equipararse por completo a ellas.

El acuerdo alcanzado el viernes, secundado este sábado por toda la plantilla, supone, además de la consecución de todas las medidas sociales que reclamaban, el avance en las salariales: cobrarán 120 de los 130 euros mensuales de pluses que percibe el personal en A Coruña. La negativa de la empresa a acceder inicialmente a esta petición llevó a la plantilla a mantener el martes la huelga indefinida

Mediación 

El acuerdo se produce después de que las trabajadoras pidieran la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais (el órgano de diálogo institucional entre los agentes sociales en Galicia). Paralelamente, el BNG había anunciado que trasladaría a Bruselas una denuncia de la situación “de precariedad, con discriminación y explotación laboral” ejercida por el grupo Inditex hacia sus trabajadoras de la cadena Bershka en Pontevedra.

Este viernes, tras una concentración ante la sede del grupo en Arteixo (A Coruña), la empresa convocó otra reunión con una nueva representante del departamento de Recursos Humanos. “Sabíamos que si resistíamos, ganábamos”, sostiene Diana Rodríguez, secretaria de CIG-Servicios en Pontevedra, aun reconociendo la dificultad de una batalla en la que la empresa temía provocar con el acuerdo un “efecto dominó” con la reivindicación de las trabajadoras de otras cadenas del grupo. El sindicato asegura que la precariedad laboral es «general» en todos los centros de trabajo y muestra su satisfacción por un acuerdo que no habría sido posible «sin la determinación de las trabajadoras durante nueve días consecutivos contra un grupo como Inditex», destaca el sindicato.

La huelga, sobre la que la multinacional gallega no ha querido pronunciarse, ha coincidido con la publicación en la revista Forbes del listado de las personas más ricas de España que encabeza, con un capital de 70.000 millones de euros, el fundador y primer accionista de Inditex, Amancio Ortega, y con el anuncio de que percibirá 628 millones por la retribución de las acciones de este año.

Fuente: El País