La Policía alemana ha confirmado que está registrando este lunes oficinas de Opel en Alemania, en concreto sus sedes en Rüsselsheim, cerca de Frankfurt, y Kaiserslautern, por sospecha de fraude en sus motores diésel. Las pesquisas giran en torno la presunta existencia de un software ilegal instalado en 95.000 automóviles con motor diésel que camufla las emisiones de gases contaminantes, según informa el diario alemán Bild.

Las unidades que son sospechosas incorporar dicho dispositivo corresponderían a los modelos Insignia, Zafira y Cascada fabricados en los años 2012, 2014 y 2017 por Opel, comprada hace un año y medio por PSA, que engloba a marcas de automoción como Peugeot y Citroen. «Estamos investigando un posible fraude», ha señalado la fiscal Nadja Niesen a la publicación.

Opel, por su parte, se ha limitado a señalar que «coopera plenamente con las autoridades». En 2015, la organización medioambiental alemana Deutsche Umwelthilfe detectó problemas con los óxidos de nitrógeno en unas pruebas realizadas en Suiza a un Opel Zafira, acusación que fue desmentida por el fabricante.

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Fuente: El País