La CNMC publicó ayer, finalmente, las siete circulares sobre la metodología de cálculo de la tasa financiera que recibirán las redes de distribución y transporte eléctrico entre 2020 y 2025 y las de distribución y transporte de gas entre 2021 y 2026. Una propuesta que se traduce en un recorte generalizado de la retribución de las redes, muy pronunciado en el caso de las gasísticas y que volvió a provocar el descalabro en Bolsa de Enagás (un 7,20%) y de Naturgy (un 3,37%). También las eléctricas se devaluaron: REE, un 3,77%; Iberdrola, el 1,17% y Endesa, el 1,5%.

Según la CNMC, de las fórmulas incluidas en siete circulares se derivan recortes promedio en seis años del 21,8% para el transporte de gas (la red troncal de gasoductos de Enagás) sobre unos ingresos de 1.186 millones este año; un 17,8% a la distribución de gas (mayormente, a Naturgy), sobre 1.420 millones de ingresos; un 8,2% al transporte eléctrico (REE), que recibe 1.656 millones, y un 7% a las redes de distribución eléctrica, sobre 5.455 millones, que afecta sobre todo a Endesa e Iberdrola.

Sin embargo, ese es solo el recorte promedio frente a la aplicación de la metodología actual, que ya implicaba estimaciones de retribución más baja. Si lo que se compara es la retribución estimada para 2026 por la CNMC frente a la estimada para 2020, el recorte es del 31,9% para la distribución de gas y del 40% para el transporte de gas y regasificación. En total, un recorte de unos 3.000 millones para el gas, el más severo, como adelantó CincoDías este miércoles. Para las redes eléctricas el recorte será similar en términos absolutos, pero mucho menor en porcentaje.

Las empresas afectadas tienen hasta el 9 de agosto para presentar alegaciones, pero confían poco en los cambios

Aunque se trata de un borrador para el que las afectadas tienen un mes para alegar, estas abrigan pocas esperanzas de que los números cambien sustancialmente. Por ello, según fuentes empresariales, algunas compañías ya estudian recurrir ante el Tribunal Supremo (la circular es una norma con rango inferior a la orden ministerial) y a tribunales arbitrales internacionales. Una opción que tienen los fondos e inversores internacionales que participan en el capital de las energéticas: muy dispersos en Enagás y REE y con paquetes importantes, como en Naturgy, donde GIP y CVC controlan un 20% cada uno.

Fuentes jurídicas opinan que las empresas lo tienen difícil porque la propuesta de la Comisión forma parte de la reforma eléctrica de 2013 (cuyos recursos perdieron las compañías en España) que establece que el marco retributivo de las redes se revisará cada cinco años y que se respeta la “rentabilidad razonable” que impone la ley del sector.

La cotización de Enagás, la más castigada, con una caída del 7,2%

La CNMC ha elaborado estos proyectos de circulares tras la atribución de competencias que le otorgó el RDL 1/2019 de enero. Dos de ellas fijan, por primera vez, una fórmula de retribución del operador del sistema eléctrico y el gestor del gas que se revisarán cada tres años. En este caso, las retribuciones suben, un 7,9% la de Enagás y un 21,6% la de REE, aun sobre cantidades pequeñas, 24 y 58 millones anuales, respectivamente.

Según la CNMC, se establece en general una metodología explícita para el cálculo de la tasa de retribución financiera, basada en el WACC, o coste medio ponderado del capital, que califica de “ampliamente utilizada entre los reguladores europeos”.

La CNMC, que ya avisó en distintos informes de 2017 y 2018 de su posición respecto a lo que cobran las distribuidoras y transportistas, considera que las fórmulas propuestas “rentabilizan las inversiones y racionalizan los gastos de las empresas, lo que supone un ahorro para el consumidor y, por ende, para el sistema”. El actual modelo retributivo del gas “ha dado lugar a la pérdida competitiva de los consumidores españoles (…) con un déficit en el sistema de 1.000 millones (…) mientras que las empresas han mejorado sensiblemente sus rentabilidades”, subraya.

En el caso de REE, la propuesta no elimina aún los activos anteriores a 1998 (ya amortizados) de la base de activos a retribuir. Lo hace a partir de 2023. Red Eléctrica dijo ayer que realizará las alegaciones necesarias con el fin de garantizar una retribución global suficiente para la transición energética

Las críticas no se hicieron esperar. En una nota de prensa, la asociación de las grandes eléctricas, Aelec, antigua Unesa, considera que la tasa definida para las redes de luz, el 5,58% antes de impuestos, “es insuficiente y no concuerda con la contribución que las redes tienen que hacer para cumplir el PNIEC”.

Naturgy, grupo afectado doblemente, como distribuidora de gas y de luz, señaló que utilizará la fase de alegaciones para asegurar que el nuevo marco retributivo siga reconociendo una retribución razonable y previsible a largo plazo, para las inversiones ya acometidas y para las futuras. Aunque el plazo para alegar termina el 9 de agosto, Naturgy hará una primera valoración de esta propuesta regulatoria el 24 de julio al presentar sus resultados semestrales.

En la misma línea, Enagás dijo que está estudiando la propuesta y que “prestará especial atención a los elementos que pudieran no ajustarse a los parámetros metodológicos y de rentabilidad adecuados”.

La patronal del sector, Sedigas, manifestó su decepción ya que considera que “la propuesta desincentiva al sector en su objetivo de impulsar la transición ecológica”.

La industria aplaude y espera que baje el gas

GasIndustrial. No todo fueron críticas tras conocerse los recortes a los ingresos de las redes energéticas. El primero en reaccionar fue GasIndustrial, la asociación de grandes consumidores de gas, que integra a 11 asociaciones industriales (del papel, textil, química, cogeneración y siderurgia, entre otras).

Competitividad. GasIndustrial mostró su apoyo a la CNMC por unas medidas que considera “razonables” ya que pueden derivar en una bajada de los peajes del gas. Según indicó en una nota de prensa, en la que aludió a “una señal de esperanza” para la industria, resulta “insostenible la desventaja competitiva del actual diferencial de peajes que paga la industria en España frente a sus homólogos europeos”, con un sobreprecio del 45%.

Peajes. El recorte de ingresos de las empresas debería traducirse en una baja de los peajes, pues se trata de cantidades que pagan los consumidores en la parte fija de la factura. El problema es que, dada las deudas de los sistemas, especialmente el eléctrico, los excedentes tarifarios deberá destinarse a cubrir dichas deudas.

Fuente: Cinco Días