La reforma fiscal recién aprobada por Donald Trump en Estados Unidos forzó a los grandes bancos a ajustar el valor de sus activos, lo que pegó un importante bocado a los resultados del cuarto trimestre. La rebaja de impuestos, sin embargo, se espera que tenga un efecto positivo a largo plazo en las cuentas de las instituciones financieras. La banca anticipa que el alza de los tipos de interés le aportará más margen en los préstamos.

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El mayor trasquilón por la entrada en vigor de la nueva legislación fiscal se lo llevó Citigroup. Las cargas en su caso ascienden a 22.000 millones de dólares. Fue suficiente para tirar por la borda el beneficio que acumuló en los nueve primeros meses del años y provocarle unas pérdidas de 6.200 millones en las cuentas de 2017. Un año antes había cerrado con una ganancia de 14.900 millones.

El ajuste se explica porque al hacer sus cuentas los bancos ya no pueden utilizar activos que con la anterior legislación se beneficiaban de créditos y deducciones fiscales que podrían pasar a declaraciones de impuestos futuras. En el caso de Citigroup, muchos de estos activos están asociados a las cuantiosas pérdidas que sufrió durante la pasada crisis financiera. También por los beneficios en el exterior.

Goldman Sachs logró un beneficio anual de 4.290 millones, un 42% por debajo que hace un año. Se debe a que registró pérdidas de 1.930 millones de dólares en el cuarto trimestre. Son los primeros números rojos trimestrales en seis años y lo atribuye a unas cargas de 4.400 millones por el ajuste contable por la reforma fiscal. Refleja principalmente ajustes por los beneficios que genera su negocio fuera de EE UU.

JPMorgan Chase, el mayor banco del país, hizo un ajuste de 2.400 millones que le provocó una caída del 37% en el beneficio del cuarto trimestre. Pese a ello, logró una ganancia anual de 24.440 millones, muy similar a la de 2016. Las cargas para Morgan Stanley son de 925 millones mientras que Wells Fargo logró anotarse una ganancia de 3.400 millones por los impuestos.

La nueva legislación fiscal generó cargas de 2.900 millones a Bank of America (BoA). Si se excluyera esa partida, habría ganado 21.100 millones en 2017, una cantidad que estaría al nivel del récord que se anotó en 2016 tras quitarse de encima todos los costes de la crisis. La rebaja de impuestos le permitirá, sin embargo, reducir la carga fiscal efectiva del 29% al 20%, como Wells Fargo y JPMorgan.

Los analistas de Bernstein anticipan que este recorte de impuestos le permitirá en su caso mejorar un 16% el beneficio este ejercicio. El sector financiero, de hecho, se anotó un sólido rendimiento en Wall Street. Bank of América se apreció un 35% durante el último año. Su consejero delegado, Brian Moynihan, anticipa que el cambio fiscal llevará a un incremento de los préstamos.

«Nos beneficiamos cuando los consumidores y las empresas pueden crecer y cuando hay más actividad económica en EE UU», añadió su director financiero, Paul Donofrio. La apreciación de JPMorgan Chase y Citigroup fue similar durante el último año. Goldman Sachs es la que tuvo el peor rendimiento bursátil, con una apreciación del 5%.

Baja el rendimiento de la renta fija

Los inversores pronostican que la reforma fiscal aprobada por el presidente estadounidense Donald Trump contribuirá a mejorar los beneficios de la gran banca en EE UU. Si el nuevo marco fiscal y la desregulación contribuyen a acelerar la concesión del crédito, los bancos podrán ganar más dinero en 2018, auguran los analistas. El alza de tipos de interés, además, había tenido hasta ahora poco efectos en las cuentas de resultados de las entidades financieras.

Pero la combinación de la reforma fiscal, que deja más dinero en el bolsillo de los ciudadanos y les aporta la confianza para pedir nuevos créditos, junto a la subida de tipos contribuirá a mejorar los márgenes del sector. Los inversores también señalan la reducción de costes operativos que realizaron los grandes bancos tras la crisis financiera como una palanca de mejora.

Las cuentas, sin embargo, reflejan las dificultades en el negocio de renta fija. Los ingresos por los bonos, divisas y materias primas cayeron a la mitad en el caso de Goldman Sachs y Morgan Stanley en el cuarto trimestre. En JPMorgan Chase y BoA también vieron caer estos ingresos.

Fuente: El País