Pier Silvio Berlusconi, director ejecutivo de Mediaset. Pier Silvio Berlusconi, director ejecutivo de Mediaset.Getty Images

Un tribunal de Italia ha dado la razón a Viviendi en su intento de bloqueo de la segregación de los activos de Mediaset y su filial española para incluirlos en una sociedad holandesa. Una razón que, según ha avanzado Reuters, no es suficiente para bloquear la operación.

El grupo francés de comunicaciones controla una participación cercana al 30% de Mediaset, sin embargo, la justicia italiana ha reconocido que el fallo a su favor solo es aplicable al 9,9% del capital que controla directamente de Mediaset y no del resto, por lo que esta decisión judicial no sería suficiente para sus intenciones. El 20% restante está en una sociedad, Simon Fiduciaria, sin derechos de voto que se vio obligada a crear en 2017 ante las preocupaciones de los reguladores italianos por un posible monopolio.

La operación planteada por el magnate de los medios de comunicación italianos, Silvio Berlusconi, ha contado con el rechazo de un proxy advisor, ISS, que ha asegurado que se trata de una operación poco interesante para los minoritarios desde el punto de vista financiero. Sin embargo, otro de los principales proxys, Glass Lewis, aconseja votar sí a la fusión en las juntas de accionistas que se realizarán el próximo 4 de septiembre.

Con esta operación, Berlusconi, que controla un 46% de los derechos de voto de Mediaset, logra mantener el control de la compañía a través de un sistema de acciones de lealtad aunque la firma resultante de la fusión realice adquisiciones en un futuro.

MÁS INFORMACIÓN

Tal y como está planteada la fusión, los accionistas de la empresa italiana y la española canjearán sus acciones por títulos de una nueva sociedad holandesa, salvo que lo rechacen. Para aquellos que lo rechacen, Mediaset ofrece entregarles dinero en efectivo.

Vivendi ha reconocido en un comunicado que acudirá el próximo miércoles a la junta y que votará en contra de la fusión tras «haber evaluado los derechos, o la falta de los mismos, que los accionistas minoritarios, en particular Vivendi, tendrían» en la nueva sociedad.

Fuente: Cinco Días