La automovilística alemana Volkswagen, que sacará a Bolsa entre el 10% y el 11,5% del capital de Traton, su filial de camiones pesados, ha valorado a esta firma entre 13.500 y 16.500 millones de euros ante su Oferta Pública de Venta (OPV). El precio de los títulos de la compañía se situarán en un rango de entre 27 y 33 euros por acción. Así, la compañía prevé captar hasta 1.900 millones de euros.

La empresa, que colocará 50 millones de títulos, mantiene la puerta abierta a una asignación extra de 7,5 millones de acciones, siempre que no se supere el 15% del capital. Traton cotizará tanto en Fráncfort como en Estocolmo.

Citigroup, Deutsche Bank, Goldman Sachs y JP Morgan actuarán como coordinadores globales, mientras que Bofa Securities, Barclays, BNP Paribas, SEB y Unicredit ejercerán como colocadores.

La operación ya fue anunciada el mes pasado, pese a que inicialmente se había descartado. «Me complace que hayamos alcanzado otro hito en la ruta de Traton hacia la oferta pública inicial. Ahora estamos listos para la fase decisiva. El objetivo es crear valor para nuestros accionistas«, ha dicho este viernes el director financiero de la empresa Frank Witter.

«Tenemos confianza ya que nos dirigimos a la línea de meta. Un fuerte esfuerzo de equipo nos ha traído aquí. Creemos que Traton es una inversión atractiva y los comentarios de inversores y analistas refuerzan esta creencia», ha señalado Andreas Renschler, consejero delegado de Traton.

El grupo VW gana un 39% más en España

El grupo alemán dio este viernes sus cifras de ganancias en España el año pasado. La empresa obtuvo un beneficio neto de 32,71 millones, lo que supone un 39% más que los 23,5 millones que ganó en 2017. La cifra de negocio, por su parte, alcanzó los 3.832 millones, un 7,7% más. De estos ingresos, 173 millones correspondieron a modelos fabricados en España. La venta de vehículos supuso el 91% de la cifra de negocio de la filial de la firma en España, mientras que los recambios representaron el 9%, mismo reparto que el ejercicio precedente.

Fuente: Cinco Días