“Sí, por supuesto. Recomiendo no comprar bitcoins a los inversores minoristas”. Sebastián Albella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) respondía así al finalizar su intervención en torno a las criptomonedas, un discurso que había comenzado con la admisión de que está “muy preocupado” por los peligros que estos productos financieros sin regular puedan ocasionar a los inversores.

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Albella insistió en la idea de que ni él ni el organismo que dirige están en contra de las nuevas tecnologías –y de las posibilidades que avances como el blockchain pueden aportar-, pero sí de los riesgos de una inversión “desordenada y sin información”.

Después de que ya lo hiciera el Banco de España, el Ministerio de Hacienda y otros reguladores internacionales, la CNMV desgrana ahora los motivos de su preocupación en torno a las divisas digitales. Albella, que intervenía en el Foro ABC-Deloitte celebrado el miércoles en Madrid, enumeró cinco distintas formas de comercializar bitcoins. Y añadió que la más habitual de ellas –la directa, es decir, cuando un comprador va a una plataforma que le suministra esta u otra criptomoneda- es también la que más temores le genera.

Albella ve dos tipos de problemas en estas operaciones. El primero, que las plataformas comercializadoras no están reguladas, y que por lo tanto las operaciones con ellas no están protegidas por ningún fondo de garantía. Y segundo, la extrema volatilidad del bitcoin y su riesgo de burbuja. El jefe de la CNMV también mostró su preocupación por las ICO, operaciones que las empresas usan para captar financiación a través de la tecnología blockchain.

La CNMV y el Banco de España han creado un grupo de trabajo que deberá analizar las posibilidades y riesgos de esta tecnología transformadora. “Nos estamos aplicando con mucho interés y siguiendo lo que se dice en los organismo internacionales”, añadió el presidente del regulador de los mercados.

Fuente: El País