Hay un gran salto de altura entre el 2G, 3G, 4G y el 5G. Lo explica Pearse O’Donohue, director de Future Networks, entidad perteneciente a la Comisión Europea y responsable de impulsar algunas tecnologías que la UE considera estratégicas, entre ellas el 5G. Siguiendo el Plan de Acción 5G para Europa, O’Donohue se encarga de asegurar que las nuevas redes se desarrollan y que la UE mantiene una posición de liderazgo. Desde su atalaya europea tiene una visión panorámica de lo que significará el 5G para Europa.

¿Cuándo empezarán servicios comerciales con 5G?

Ya está habiendo pruebas. Pero queremos que para 2020 haya al menos una ciudad con cobertura completa 5G, en un entorno de pruebas, y que se empiecen a poner en marcha servicios comerciales. Nuestra hoja de ruta es hasta el 2025, cuando queremos que el 5G esté plenamente operativo. Puede que no cubra el 100% de los territorios, pero será un servicio desarrollado.

Existe la creencia de que Europa se ha quedado atrás en 5G respecto a China y Estados Unidos…

Se puede decir que Europa ha tenido menos anuncios llamativos sobre 5G que otras regiones. Nosotros estamos trabajando en el patio trasero. Pero en China, que tiene una alta tasa de desarrollo, también se han dado cuenta de que necesitan espectro, como nosotros. Además, en algunos casos el equipamiento no está listo. Nosotros hemos sido más realistas sobre los tiempos para lanzar equipamiento real 5G. Eso de que Europa se ha quedado atrás, Europa ha perdido la carrera. No es así.

¿Cómo estamos en relación a otras regiones?

Aunque en Corea, Japón y, hasta cierto punto, en Estados Unidos ha habido anuncios sobre lanzamientos 5G, en realidad estos lanzamientos son relativamente limitados. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha limitado a un acceso fijo inalámbrico, Corea está muy centrada en aplicaciones de consumo, para gaming y vídeo, lo que es solo una parte del 5G. Nosotros, aunque no estamos en la posición de hacer muchos anuncios, tenemos casi 150 pruebas en marcha de diferentes clases a lo largo de todos los sectores.

¿Para qué se usará el 5G en Europa?

Una gran parte de las aplicaciones del 5G están en la industria. Especialmente en los sectores económicos que no se asocian tradicionalmente con las TIC. También en aplicaciones relacionadas con los ciudadanos, como en el transporte o en la sanidad. Si las cosas se hacen bien, la tecnología realmente ayudará a los gobiernos locales a reducir los presupuestos en sanidad, en transporte. Con un transporte público más inteligente y servicios de sanidad, como ehealth y sanidad en remoto, que serán útiles a la población.

Ha mencionado aplicaciones en sectores económicos que no se asocian con las TIC. ¿Puede poner un ejemplo?

El sector agroalimentario y la agricultura en general son muy importantes. Han entendido cómo el 5G e Internet de las cosas, trabajando conjuntamente, pueden aumentar su eficiencia. Los datos que se pueden generar, procesados mediante análisis de big data, permiten obtener recomendaciones sobre fertilizantes, sobre el riego, sobre el tiempo idóneo para la cosecha, la reutilización del suelo o la rotación de cultivos. Esto significa una tasa más alta de productividad.

En relación con la agricultura, se vaticina que el 5G servirá para paliar la brecha digital en las zonas rurales…

Tenemos muchas expectativas a este respecto. Parte del trabajo que hemos hecho desde hace cinco años incluye la financiación del despliegue de fibra. Y si tienes fibra en zonas rurales puedes usar 5G. Así que pequeñas empresas y startups en estas áreas pueden beneficiarse y, de alguna manera, ponerse al nivel de los centros urbanos.

El 5G es una de las claves de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Y la Unión Europea está en el medio, ¿cuál es la estrategia para no salir perjudicada?

Es cierto que la Unión Europea y los Estados miembros han sido sometidos a una fuerte presión para actuar. Los Estados miembros han realizado una evaluación del riesgo a nivel nacional, presentada al término de junio. Ahora la Comisión Europea trabajará con estas evaluaciones en lo que será esencialmente una evaluación de riesgo europea. Al mismo tiempo estudiaremos posibles vulnerabilidades, no solo en el equipamiento 5G, sino de las redes existentes de 4G.

¿Se refiere a los equipos de Huawei, la compañía señala por la Administración Trump?

Me refiero a los equipos de todos los fabricantes. Usted ha mencionado a Huawei, pero yo no lo he hecho porque no son solo los equipos de una compañía. La línea europea marca que el 5G va a ser esencial en todos los sectores de la economía, por lo tanto, los riesgos potenciales son mayores que con el 4G o el 3G. Así que la acción que tomemos en ciberseguridad tiene que ser más rigurosa. Se analizarán todos los equipos.

¿Cuál es la postura actual de la Comisión Europea sobre los equipos de Huawei?

La Comisión Europea no ha sido informada, aunque no tenemos acceso a toda la información, de ningún riesgo específico en los equipos de Huawei que no exista a lo largo de toda la cadena de valor del 5G. Cualquier equipo que se actualice regularmente mediante software es vulnerable.

Sin embargo, parece que esta cuestión tiene más que ver con la geopolítica que con la ciberseguridad.

Habiendo hecho una evaluación objetiva de los riesgos y también habiendo identificado medidas técnicas de contención, por supuesto los Estados miembros tendrán que entrar en un terreno más geopolítico.

¿Se contempla el escenario de que un país prohíba a Huawei por su cuenta?

Tenemos que admitir que esta posibilidad existe. Cualquier estado miembro puede decidir, en base a su seguridad nacional, prohibir una compañía mañana mismo. Esperamos que no ocurra de forma individual, sencillamente porque esto llevaría a una fragmentación del mercado único digital europeo.

La percepción general es que de los tres grandes proveedores de equipos, Huawei es el más barato (Ericsson y Nokia completan el trío). ¿No usar sus productos podría retrasar los despliegues?

Por el momento está claro que en algunos casos las decisiones de compra han estado claramente influenciadas por la diferencia de precio entre los equipos de Huawei y otros equipos. Así que sí es un riesgo. Pero no es justo hacer una comparación directa de precio. Hay diferencias significativas en el modo en que Ericsson y Nokia empaquetan sus equipos en comparación con Huawei. Este ofrece menos flexibilidad y es muy posible que el coste del mantenimiento y actualización de redes de Ericsson o Nokia sea significativamente menor.

Fuente: El País