La banca española ya ha desaguado gran parte de los créditos dudosos ligados al ladrillo, por lo que en 2019 ha comenzado a desacelerar la venta de estas carteras, sobre todo de las denominadas jumbo o gigantes, como la que Santander traspasó a Black­stone o BBVA a Cerberus en 2018.

El año 2019 acabará con un traspaso de créditos dudosos o non performing loans (NPL) inferior en un 66% al año anterior, ya que cerrará con unas transacciones de 20.000 millones de euros, según datos de Prime Yield, una firma especializada en valoración de activos perteneciente a la consultora Gloval.

“Después de casi 18 meses de ventas jumbo, y los bancos españoles entrando en su fase final de limpieza de balances, las previsiones indican que 2019 concluirá con la disminución en el volumen total de transacciones que implican préstamos dudosos”, se explica desde Prime Yield.

El stock de NPL alcanza los 84.400 millones de euros, el tercer nivel más alto de Europa tras Italia y Francia, según datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas inglés) a cierre del segundo trimestre. Eso supone que la proporción de préstamos dudosos con respecto al total se quedó en el 3,5%, lo que supone 23,8 puntos menos que el año anterior. Aun así, el 13,3% de NPL en Europa se encuentran en España. Queda en mejor situación que Italia (7,9% de dudosos), Grecia (39,2%), Portugal (8,9%) e Irlanda (4,6%).

Con ese nivel de dudosos, se espera que la banca siga desprendiendo de carteras tóxicas ligadas al ladrillo, aunque sean de menor tamaño. También se abre ahora un segundo mercado, el de los grandes fondos que en los años anteriores han adquirido a las entidades financieras estos NPL y también activos adjudicados y que ahora van desprendiéndose hacia otros compradores. “Además, el mercado secundario irá tomando protagonismo ya que los inversores parecen estar recurriendo a los sectores con más riesgo en su búsqueda continua de rendimientos”, según el informe de Prime Yield.

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Fuente: Cinco Días