La Airef estima que de intensificarse el conflicto catalán y prolongarse durante todo 2018, la economía catalana podría estancarse y no registrar ningún crecimiento económico. La institución, que ha estimado el impacto que el conflicto catalán tiene sobre la economía de esta comunidad autónoma, concluye que en el peor escenario el PIB catalán podría perder 2,7 puntos de crecimiento el próximo año. Para hacer esta valoración ha tenido en cuenta dos factores: Uno interno y otro externo. Por un lado ha cuantificado el efecto de la pérdida de confianza sobre la economía catalana por las tensiones derivadas del pulso secesionista. Y, por otro lado, ha valorado el impacto que sobre el PIB catalán tendría el aumento de la incertidumbre que afecta al conjunto de España por esta misma cuestión.

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Y la institución ha puesto cifras a estos escenarios. En el supuesto de que el conflicto se resuelva a corto plazo, el impacto global sobre Cataluña implicaría una pérdida de 0,7 puntos porcentuales en el crecimiento y un impacto sobre los ingresos propios y la evolución de los gastos de una décima de PIB.

Sin embargo, en el caso de que se cronifique la inestabilidad en Cataluña durante el 2018, el impacto sobre el PIB catalán será mucho mayor. De tal forma, que la economía catalana podría registrar un crecimiento nulo o incluso negativo si la escalada de tensión se extiende durante todo el próximo año. En este escenario, la Airef calcula que el impacto sobre la economía catalana ascendería hasta 2,7 puntos porcentuales del PIB catalán, «con un crecimiento real cercano a cero».

La institución explica que «aproximadamente el 45% del impacto procedería del componente de incertidumbre común (1,2pp) y el resto del idiosincrático (1,5pp)». Es decir, que casi la mitad de la pérdida de potencia de la economía catalana procedería por el efecto que la crisis tiene sobre el resto del Estado por el aumento de incetidumbre de la economía catalana y la otra mitad, aproximadamente, procedería de la falta de confianza de la propia economía catalana por las dudas sobre su seguridad jurídica, entre otros factores. «Un shock amplificado y dilatado durante todo el ejercicio 2018, podría llevar un efecto en los ingresos propios y en la evolución del gasto de hasta 4 décimas de PIB», añade la Airef.

La diferencia del análisis de la Airef es que «ha incorporado el efecto idiosincrático sobre la comunidad derivado de la inestabilidad política en la región». La institución ha considerado varios escenarios, de menos a más pesimista en función de la persistencia del conflicto. En el escenario central considera que el shock político e institucional en Cataluña tendrá una resolución a corto plazo. «Después de varios meses de incremento en la incertidumbre asociada al contexto político catalán, los últimos acontecimientos apuntan al comienzo de una normalización progresiva, que implicaría un escenario de estrés temporal, con una resolución del “shock” en un horizonte de corto plazo», sentencia con optimismo la institución presidida por José Luis Escrivá.

Pero el organismo, que vela por la sostenibilidad de las finanzas públicas, advierte de que existen riesgos a la baja asociados a la dilatación en el tiempo y la intensificación de la incertidumbre derivada de la inestabilidad política catalana y a la revisión de los recursos del sistema de financiación autonómica. «Existen riesgos a la baja para las previsiones de crecimiento en el corto plazo, derivados de una intensificación y una prolongación en el tiempo de la situación de inestabilidad».

Fuente: El País