Bill McDermott, el director general de SAP, empresa de casi 120.000 millones de euros, ha hecho clic en el botón start de su renovación de la mayor empresa de tecnología de Europa. Pero todo lo que está consiguiendo hasta ahora es correr en una rueda de hamster. El resultado es que el inversor activista Elliott Management puede tener que quedarse más tiempo del esperado para ver alcanzadas sus grandes esperanzas en estas acciones.

El activista reveló una participación de 1.200 millones de euros en abril, el mismo día en que McDermott hizo lo propio con sus nuevos y ambiciosos objetivos para aumentar el margen operativo de su empresa de software en un punto porcentual cada año hasta 2023, desde el nivel del 29% de 2018. Ese esfuerzo se ha estancado: el margen del 27% en el segundo trimestre reportado ayer fue el mismo que el del año anterior. Añada unos ingresos ligeramente inferiores a los esperados por los analistas –la empresa mencionó la “incertidumbre relacionada con el comercio” en Asia– y eso fue suficiente para que los inversores desviaran sus acciones, lo que supuso un descenso del 5,6%, borrando casi 10.000 millones de euros del valor de mercado de SAP.

Es demasiado pronto para descartar el plan de McDermott –apoyado por Jesse Cohn, el gurú de las inversiones de Elliott en EE UU– de recortar costes y seguir ganando clientes corporativos para sus productos de cloud computing. Ese negocio es menos rentable que la simple transferencia de productos de software empresarial, pero los contratos son más pegajosos y tienden a merecer un múltiplo de valoración más elevado. Salesforce, por ejemplo, cotiza 55 veces las ganancias de 2019, según datos de Refinitiv, en comparación con el múltiplo de 23 de SAP tras la caída. Elliott estima que las ganancias por acción de SAP pueden alcanzar los 8,50 euros en 2023. Hay que recordar que, por ejemplo, si llegase a ser 30 veces superior, el valor de las acciones se duplicaría. La cuestión es el tiempo. La reacción de los inversores a los resultados de ayer sugiere que se mostrarán reacios a dar crédito por adelantado a McDermott para continuar con su plan. En su objetivo, el margen operativo del próximo año debería estar en torno al 31%, pero eso supondría un gran paso adelante con respecto al 26% alcanzado hasta ahora en 2019. Cohn y sus colegas de Elliott pueden necesitar un poco de paciencia.

Para más información Breakingviews.reuters.com. Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de David Vázquez Baciero, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días