Racionalizar las rutas de recogida de residuos, conocer patrones de consumo de agua y su calidad, definir políticas de regulación lumínica para el caso de la gestión del alumbrado o, incluso, proteger monumentos de valor arquitectónico como la Muralla de Ávila… Se trata de “Territorio Rural Inteligente”, un proyecto de la Junta de Castilla y León para la prestación de servicios públicos locales mediante sensores de Internet de las Cosas, impulsado por la Dirección General de Telecomunicaciones de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en colaboración con las nueve diputaciones provinciales y con la tecnología de Telefónica.

María Victoria Seco Fernández, directora general de Telecomunicaciones de la Junta de Castilla y León

“Castilla y León tiene unas peculiaridades muy concretas”, explica María Victoria Seco Fernández, directora general de Telecomunicaciones de la Junta de Castilla y León. “Somos un territorio muy extenso, casi del tamaño de Portugal, con muchas áreas despobladas y con una población muy envejecida. Estas circunstancias a menudo dificultan a las entidades locales la prestación de servicios públicos a los ciudadanos con la eficiencia deseada”.

La solución ideada por el Gobierno autonómico fue la de usar las TIC, y concretamente la tecnología basada en sensores propia de las ciudades inteligentes, para aplicarlas al mundo rural, “ya que Castilla y León es una comunidad autónoma con un fuerte componente rural”.

Sensor lumínico

La Junta puso en marcha un concurso público para adjudicar el contrato para el despliegue de la plataforma software en que se basa el proyecto. Concurrieron 13 empresas y resultó adjudicataria Telefónica.

“El papel de la Junta ha sido el de liderar el proyecto, en el que participan, a través de un convenio, las nueve diputaciones provinciales”, explica Seco Fernández. “Cuando comenzó el proyecto, en 2016, nos costó un verdadero esfuerzo animar a las nueve diputaciones a que se sumasen. Sin embargo, en este momento todas quieren contribuir con más presupuesto y más pueblos”. 

¿Cómo es esta tecnología?

La operadora ha apostado por dos tecnologías de acceso radio licenciadas de LPWA (redes de baja potencia y largo alcance). Esta tecnología se ha creado específicamente para el internet de las cosas. Las cifras que hablan de la explosión del IoT son varias. Pero lo que es cierto es que van a ser muchos los aparatos conectados. Así, para no saturar las redes se creó el estándar LPWA (siglas inglesas de Bajo Consumo Área Extensa). Se dividen en dos: narrow band (NB-IoT) y LTE-M. Telefónica ya ha desplegado la red NB-IoT y se encuentra en proceso para la red LTE-M. Esta es la tecnología que se está usando en el proyecto “Territorio rural inteligente” de la Junta de Castilla y León.

Primera fase

En una primera fase del proyecto, la Junta de Castilla y León implantó esta plataforma tecnológica de territorio inteligente, en la que, en un principio, se ha integrado la gestión de tres servicios públicos para los pequeños municipios de las nueve provincias de la Comunidad: alumbrado, recogida de residuos y gestión del agua.

Puesta en marcha la plataforma, se llevaron a cabo pruebas piloto en cinco diputaciones, concretamente recogiendo la información de 62 sensores, ubicados en las provincias Segovia, Palencia, Soria, Ávila y León, que utilizan la última tecnología en comunicaciones, incluido el llamado Narrow Band IoT (NB-IoT). “El proyecto acaba de culminar la fase piloto. En esta etapa, Telefónica ha puesto en marcha la plataforma. Hasta 42 de los 62 sensores desplegados hasta ahora en el proyecto se han usado para determinar los mapas de rutas de recogida de residuos. Además, otros 11 se emplean para distintos aspectos del suministro de agua (patrones de consumo, calidad, detección de fugas, determinación de políticas de riego y bombeo). Los restantes nueve sensores tienen el objetivo de definir políticas de regulación del alumbrado, según explica Jesús Morata, head of Smart Cities en Telefónica España. Este despliegue permite actualmente optimizar las rutas de recogida de residuos, ahorrar energía o, incluso, en un futuro, atender a personas mayores o con diversos niveles de dependencia. “Tanto la tecnología como la implantación de modelos de gestión más sostenibles hacen que se puedan superar problemas inherentes a las zonas rurales y nos permite dotarlas de fortalezas”, asegura. El directivo explica a su vez que la compañía está desplegando proyectos similares para la Junta de Andalucía, para la Diputación Badajoz o para el Consell de Mallorca.

Sensor de calidad del agua

Protección de la muralla

De vuelta a Castilla y León, Morata relata que la tecnología IoT también sirve para la conservación del patrimonio. “El Ayuntamiento se estaba encontrando con problemas a la hora de abordar la conservación de la Muralla de Ávila”, relata Morata. “Detectaban desperfectos en las piedras, y para poder solucionarlo necesitaban medir la cantidad de mineral que contenía el núcleo de la muralla”. La solución, desplegar una red de 60 sensores en cuatro zonas concretas del monumento para monitorizarlo, analizarlo y vigilar su estado en tiempo real. Con esta tecnología se controlaban aspectos como la temperatura, la humedad, la luminosidad, la radiación solar, emisiones de CO2 o la presencia de sales. Esta información proporcionada por Telefónica le servirá al Ayuntamiento de Ávila para generar informes que permiten adaptar el plan de gestión integral del monumento a la realidad de los factores que afectan a este monumento de la ciudad.

Un antecedente de este proyecto fue el llevado a cabo en la Villa Romana la Olmeda (Palencia), en la Catedral de Palencia o en el Real Monasterio de Santa Clara en Tordesillas (Valladolid). En este último caso, por ejemplo, se instalaron más de veinte sensores (principalmente de temperatura, humedad y detectores de xilófagos –termitas-) en distintos lugares del edificio, como el refectorio, el Patio Árabe o la Sala Dorada.

Explosión del big data y la IoT

Jesús Morata, head of Smart Cities en Telefónica España, explica que en la actualidad existen dos aspectos fundamentales que están posibilitando el desarrollo del IoT: big data y los altos estándares de seguridad. “Somos capaces de recoger una cantidad ingente de información. Con el big data y la inteligencia artificial no solo seremos capaces de anticipar lo que va a suceder, sino que vamos a poder analizar y relacionar los datos, lo que nos va a permitir anticiparnos y tomar mejores decisiones”. A todo esto se le suman los estándares de seguridad, asegura Morata, de modo que “no haya incidentes en todo lo relacionado con la información recogida”.

Fuente: El País