La Agencia Tributaria ha vuelto a tener peor resula en su lucha contra el fraude. Ha pasado en 2017 y 2016. No obstante, el resultado solo es ligeramente peor como muestran las cifras control y prevención del año pasado, que cayeron hasta los 14.793 millones, 91 millones menos que en el año anterior.

Desde 2007, las cifras han mejorado considerablemente, cuando con unos 2.000 efectivos más y en medio de la burbuja inmobiliaria el resultado de la lucha contra el fraude solo daba para captar unos 8.000 millones a pesar de la enorme economía sumergida que había en el ladrillo. Sin embargo, parece que ahora la labor de la Agencia ha encontrado una especie de techo y encadena dos años consecutivos de descensos. En 2015 se ingresaron por estos conceptos 15.664 millones, y en 2016 14.883 millones.

El director de la Agencia, Santiago Menéndez, ha defendido que estos guarismos suponen un incremento del 3,5% respecto a la media de los tres años anteriores. «Los resultados consolidan la evolución al alza de los últimos años», dijo. Fuentes de la Agencia insisten en que esta labor no se puede valorar simplemente por los números de un año determinado y que lo importante es destacar la trayectoria.

El descenso ocurre a pesar de que, según los datos publicados este lunes, las actuaciones inspectoras han aumentado un 8,35%, desde los 108.338 millones de 2016 hasta los 117.380 millones. En 2007 se daban 71.950 destaca la Agencia.

Respecto al plan de visitas, se produjeron 32.215 actuaciones presenciales, un 31,54% más de controles in situ que en 2016 pese a contar con la misma plantilla. De ellas, 14.698 fueron por el Plan de Visitas IVA 2017. Según explica la Agencia, el incremento es fruto de este iniciativa con el Impuesto de Valor Añadido, y «se percibe ya un primer efecto inducido de las campañas en los contribuyentes afectados por las visitas, que han elevado en más de un 10% el importe de sus liquidaciones de IVA presentadas tras el inicio de la campaña».

El fisco recuerda que, además, mantiene el desarrollo del plan de alquileres no declarados, una campaña específica de visitas a domicilios con indicios de estar arrendados sin declarar. Por otra parte, la Agencia ha remitido 136.600 avisos de datos fiscales a los contribuyentes con la consideración de presuntos arrendadores en la declaración de la renta de 2016.

Respecto al uso de nuevas herramientas informáticas basadas en el uso intensivo de big data con grades patrimonios, la Agencia Tributaria sostiene que con esos instrumentos ha conseguido liquidar 332,8 millones. Se han detectado «planificaciones fiscales agresivas, sociedades interpuestas, poder adquisitivo no acorde con lo declarado y activos en el exterior», dice.

Después de años ininterrumpidamente al alza, la deuda pendiente bajó por tercer año consecutivo y se sitúa en los 42.365 millones frente a los 50.226 registrados en 2014. De estos pasivos, el 65% están suspendidos por recursos, el 25% en proceso concursal y, en definitiva, solo se puede actuar sobre el 10%, recuerdan fuentes del fisco.

Fuente: El País