La consesionaria de infraestructuras Globalvía (GVI) ha dado esta mañana un paso definitivo en su proyecto de toma de control de Itínere, una de las mayores operadoras de autopistas de este país. La compañía que preside Juan Béjar había citado ante notario a los tres accionistas de Itínere que habían accedido, vía pacto, a venderle sus paquetes. Dos de ellos, Abanca (23,8% de Itíenere) y Kutxabank (16,3%), se han presentado y han firmado la transacción. Con una valoración de 1.300 millones de euros por el 100%, el 40,1% adquirido asciende a 521 millones.

Queda por dirimir, y será muy probablemente en los tribunales, el destino del paquete de Sacyr, del 15,5%. El grupo que preside Manuel Manrique acordó, como las dos entidades financieras, la entrega a Globalvía, pero no se ha presentado al acto. Fuentes cercanas a la operación explican que, en su lugar, la constructora presentó ayer un justificante, en forma de orden arbitral, para no verse obligada a desprenderse de su paquete valorado en 201 millones.

Y es que Sacyr se encuentra entre la espada de Globalvía, con la que tiene firmada una penalización de 100 millones si incumple el acuerdo de venta alcanzado el 27 de julio, y la pared del fondo estadounidense Corsair. Este último, con un 37,9% del capital de Itínere y en alianza con el fondo holandés APG, igualó la puja de Globalvía esgrimiendo su derecho de primera oferta. Fue el 11 de septiembre y entonces se lanzó a por las acciones de Sacyr y a por el 5,8% de Liberbank.

Fuerte en el noroeste

Itínere opera siete autopistas de peaje en España, con un total de 609 kilómetros en la zona noroeste. El plan de Globalvía le otorga un 55,6% del capital, teniendo a Corsair como segundo partícipe con casi el 38%. El fondo, por su parte, lanzó su oferta en busca de escalar al 59,2% y abrir la puerta de salida a otros partícipes.

La esperada desinversión del ramillete de accionistas de Itínere quedó semanas atrás en suspenso, de forma temporal, ante las cautelares pedidas por Globalvía, el pasado 19 de septiembre, en el juzgado de primera instancia número 82 de Madrid.

Acción concertada

Los tres socios que acordaron salir en la misma operación de Globalvía, incluido Sacyr, lo hicieron vinculando unas participaciones que llegan al 55,6% de Itínere. La citada penalización de 100 millones se activa si cualquiera de ellos, Sacyr, Abanka o Kutxa, rompe la sindicación. Un hecho que dio pie a Globalvía para poner en tela de juicio la validez de la oferta de APG y Corsair por las acciones de Sacyr en solitario.

Sin embargo, el equipo jurídico y asesores externos de Sacyr interpretan que el derecho de primera oferta de Corsair prevalece sobre su pacto con Globalvía y, por consiguiente, sobre la citada multa.

Globalvía expone hoy que transcurrido el plazo estipulado para el ejercicio del derecho preferente de suscripción por parte de Corsair, «sin que ese derecho haya sido ejercido en igualdad de condiciones a las notificadas por las partes», ha dado el paso de convocar al cierre de la operación a los vendedores. También expone en un comunicado que exigirá judicialmente a Sacyr «el cumplimiento del compromiso de venta que Kutxabank y Abanca sí han atendido». El asunto está pendiente de la opinión del juez.

Fuente: Cinco Días