General Electric ha tenido un año terrible: la acción ha perdido más de la mitad de su valor y está coqueteando con los mínimos de la crisis. Puede ir a peor. Depende en gran medida de su rama de aviación, que tiene vientos en contra cíclicos, financieros y competitivos.

Las ventas y reparaciones de productos de aviones supusieron en torno al 60% de las ganancias de sus divisiones en los primeros nueve meses del año. La aviación es el orgullo de GE, que se beneficia del auge del transporte aéreo y de los pedidos de motores sólidos, especialmente de clientes de Oriente Próximo, como Arabia Saudí y Turkish Airlines.

¿Qué podría salir mal? Lo primero, la geopolítica. El aumento de las tensiones en el Golfo podría frenar los viajes y los nuevos pedidos. Una desaceleración general, en medio de disputas comerciales no resueltas, haría lo mismo. El transporte aéreo es cíclico: Más de una docena de aerolíneas de EE UU de carga y pasajeros se declararon en quiebra durante la última recesión del país.

Aparte, para ayudar a financiar la venta de motores, la rama GE Capital utiliza a su matriz como apoyo. Eso funcionó bien cuando tenía un rating A, lo que permitió al brazo financiero acceder a los mercados a corto plazo con tipos bajos. Pero las agencias lo rebajaron tras las nuevas amortizaciones de octubre, lo que la obligó a reducir drásticamente su emisión de bonos.

Esto da una oportunidad a competidores como Rolls-Royce y Pratt & Whitney de United Technologies. Pratt & Whitney puede estar especialmente ansiosa por robar clientes de GE tras su fusión con Rockwell Collins y la decisión de su matriz de separar a la empresa como entidad independiente.

El crecimiento de las ventas de motores en la última década podría mantener a GE relativamente ocupada reparándolos. Es posible que la economía mundial siga avanzando a pasos agigantados. Es posible que GE Capital se enderece por sí misma, y sus rivales no logren despojar a GE de su posición dominante en la aviación. Pero como cualquier avión que intenta aterrizar de forma segura con un solo motor, se necesita una dosis poco saludable de fe.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días