La agencia de calificación de riesgo Fitch mantiene la calificación de deuda de España en notable bajo (A-) con perspectiva estable, aunque manifiesta dudas sobre el impacto de los Presupuestos y la posibilidad de que puedan salir adelante.

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Fitch emitió un informe sobre España este viernes, horas después de que el Gobierno presentase el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, en el que hace referencia al borrador que el Ejecutivo mandó a Bruselas en octubre y que adelantaba algunas de las medidas contenidas en los Presupuestos. Sin cambios en la política fiscal, la agencia pronostica que el déficit solo bajará al 2,1 % del PIB este año, por encima del objetivo vigente del 1,3%.

Respecto al cierre de 2018, Fitch espera que el déficit baje al 2,7 % del PIB, lo que sacará al país del procedimiento europeo por incumplimiento, a pesar de que señala que la reducción se ha basado en la mejora de la economía y no en un ajuste estructural. De hecho, la agencia justifica en la fortaleza de la economía la decisión de mantener la nota crediticia.

En su informe, la agencia pronostica un crecimiento para la economía española del 2,3% para 2019, una décima por encima de la previsión del Gobierno, que en los Presupuestos Generales del Estado contempla una progresión del al 2,2%. También destaca que el dinamismo de la economía se apoya en el tirón de la demanda interna, que se sustenta en el proceso de generación de empleo, en la recuperación del precio de la vivienda, en unas condiciones crediticias favorables y en los estímulos presupuestarios.

Sin embargo, Fitch señala que a la incertidumbre presupuestaria se suma el propio ciclo político, ya que no descarta un adelanto electoral antes de que se agote la legislatura, a mediados de 2020. Asimismo, advierte de que la fragmentación política del Parlamento, que impide llevar a cabo reformas económicas estructurales, podría ser aún mayor si «el partido de ultraderecha» Vox replica a nivel nacional su resultado en las elecciones de Andalucía.

También ha vuelto a alertar del elevado endeudamiento público, de la alta tasa de paro y de las dudas en torno a la situación política en Cataluña. Sobre esta, asegura que las tensiones persisten, pero a menor nivel que hace un año. La agencia insiste en que sigue sin ver posible la secesión de esta comunidad del resto de España, lo que a su juicio ha llevado a que el impacto económico de la crisis política haya sido limitado.

Fuente: El País