Marcos Montaño es un alumno de 16 años del instituto Villablanca de Vicálvaro. Cursa primero de bachillerato y desde hace años sus notas no bajan del 9. «Ahora he empezado un mentoring de Derecho en uno de los bufetes más grandes del mundo. Quiero ser abogado», asegura con decisión. Marcos confiesa que si ha llegado hasta aquí ha sido gracias a la acción de la Fundación Secretariado Gitano, uno de los 39 galardonados de 2016 con los Premios al Valor Social, el mayor activo de la acción social de la Fundación Cepsa, que en su última edición han distribuido alrededor de 400.000 euros: «Entré en su programa Promociona en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y gracias a ellos obtuve el título y pasé a bachillerato. Siempre han estado muy pendientes de mí, son como una segunda familia. Mis padres no tienen recursos suficientes; sin su ayuda moral y económica no habría podido seguir».

En coherencia con nuestro entorno

TERESA MAÑUECO, DIRECTORA GENERAL DE LA FUNDACIÓN CEPSA

Fundación Cepsa es el resultado del compromiso con la sociedad que define a nuestra compañía desde su creación hace casi noventa años. Cepsa siempre se ha caracterizado por fomentar ese diálogo con el entorno. Nos hemos consolidado como una empresa de energía global, y ese desempeño profesional se ha visto enriquecido con una visión que ha fomentado también una energía social.

Fundación Cepsa hereda desde su constitución esta experiencia y la responsabilidad que la acompaña. Nues­tra tarea parte con el listón muy alto y con el reto de reforzar el compromiso social de Cepsa. En coherencia con el entorno donde operamos.

En este primer año de actividad, la labor de la fundación ha permitido redimensionar toda esa acción social, ahondando en su alcance internacional y canalizando todas las iniciativas, contribuyendo a un desarrollo más eficiente de las mismas. Estamos presentes en España, Portugal, Colombia, Perú, Brasil y Canadá. Nos interpretamos como una suma de esfuerzos, lo que nos permite trabajar con un objetivo y misión compartidas, pero adaptán­donos a cada territorio.

La experiencia nos anima a perseverar en el compromiso solidario y la responsabilidad nos obliga a difundirlo. Queda mucho por construir. Pero es un empeño en el que no estamos solos. Contamos con el respaldo de los profesionales de Cepsa y entidades sociales como aliados para alcanzar el objetivo al que todos aspiramos: mejorar la calidad de vida de las personas.

La Fundación Secretariado Gitano ha dedicado los 12.000 euros del premio otorgado por la Fundación Cepsa a impulsar su programa Promociona, orientado a fomentar el éxito académico de jóvenes de etnia gitana de 5º de primaria a 4º de ESO. «El dato del que partimos es que el 64% del alumnado gitano abandona los estudios antes de finalizar secundaria, una cifra que tratamos de reducir con Promociona», evalúa Rocío García, directora de Secretariado Gitano en Madrid. Su programa apoyó el pasado curso a 27 alumnos (entre ellos, Marcos) distribuidos en 10 centros educativos. Ofrecen recursos escolares y digitales, ayuda al estudio a través de tutores, un espacio donde realizar las tareas y preparar los exámenes en horario de tarde, asistencia a los padres de los alumnos y, muy importante, refuerzo moral en momentos decisivos. «Ver que no eres la única gitana que estudia y que lo que haces sirve para algo te hace seguir adelante», subraya Teresa Salazar, exalumna del proyecto que hoy cursa 2º del grado medio de peluquería.

Los resultados del programa Promociona son efectivamente motivo de premio: el 100% de los alumnos en 6º de primaria han promocionado a ESO. El 76% de los estudiantes de ESO bajo este paraguas han pasado de curso. Y el 80% de los estudiantes de 4º han obtenido el graduado en ESO. De ellos, prácticamente todos han comenzado bachillerato.

Los Premios al Valor Social de la Fundación Cepsa han repartido desde 2005 más de dos millones de euros en 272 iniciativas para promover la inclusión y el bienestar de colectivos o personas en situación de vulnerabilidad social. «Permite invertir su dotación en cualquier persona en un momento complicado, sin tener que mirar si tiene o no tiene papeles, si es de aquí o de allá o si ha accedido a otras ayudas», alaba Gladys Meza, presidenta de Huelva Acoge, proyecto de apoyo a personas migrantes y refugiadas que también ofrece asistencia en ocasiones a población autóctona. Su asociación ha sido beneficiada en 2015 y 2016 con cantidades que rondaron los 8.000 euros.

Una monitora juega con dos niños en el jardín de Laudes Infantis de Bogotá.ampliar foto Una monitora juega con dos niños en el jardín de Laudes Infantis de Bogotá. Cepsa

La presidenta de la asociación precisa a qué acciones se ha destinado la cuantía de los dos Premios al Valor Social obtenidos por Huelva Acoge: «Hemos invertido el premio en tres líneas concretas. Trabajamos con niños intentando que no pierdan su infancia. Organizamos juegos y actividades para que estén seguros mientras sus padres están fuera y puedan divertirse y hacer amigos. También apoyamos a mujeres con hijos a cargo y familias desestructuradas. Pretendemos ayudar y orientar en cosas básicas. Trabajamos el empoderamiento y la autoes­tima, y damos asistencia jurídica y social porque muchas de estas mujeres no conocen sus derechos ni cosas básicas como el manejo de sus finanzas. Ofrecemos talleres de artesanía y textiles, y de búsqueda de empleo online porque tienen una gran brecha digital. Por último, profundizamos en estas labores de ayuda y concienciación con aquellas que ejercen la prostitución. Intentamos que entiendan los riesgos sanitarios y la importancia de la prevención. Les ofrecemos kits de higiene, preservativos y todo el apoyo que necesiten si quieren encontrar una salida».

En Colombia

La Fundación Cepsa reparte sus galardones por diferentes regiones y países: Huelva, Madrid, Campo de Gibraltar, Canarias, Portugal, Colombia y Brasil. «Los Premios al Valor Social se han convertido en un referente para el tejido asociativo de estos territorios, no solo por su dotación económica, también por lo que suponen de reconocimiento a la labor que desarrollan todas las organizaciones», valora Teresa Mañueco, directora general de la Fundación Cepsa. En Bogotá (Colombia) se encuentra Laudes Infantis, galardonada en la última edición y que lleva 18 años fomentando un sistema de trueque social para evitar que niños de familias en riesgo de exclusión terminen dejando sus hogares para vivir en las calles. «Uno de nuestros ejes es la formación de liderazgo. Tratamos de sacar el potencial humano de las comunidades; es gente que necesita cosas , pero que también tiene mucho que aportar», explica Almudena Rivas, directora de Laudes.

Maestra del programa Promociona de ayuda a un chico a estudiar.ampliar foto Maestra del programa Promociona de ayuda a un chico a estudiar. Cepsa

Los 9.555 euros del Premio al Valor Social se han destinado a mantener el jardín de infancia al que acuden más de 100 niños de hasta cinco años en Ciudad Bolívar, una ladera al suroeste de Bogotá: «Con nuestro trueque los padres pueden enviar a sus hijos al jardín a cambio de acciones concretas. Empiezan en lo personal, con cosas como ir aseado. Continúan en el ámbito familiar, donde les pedimos por ejemplo que saquen a su hijo al parque una vez al mes. Y a medida que van mejorando en estas facetas de su vida comenzamos a hacer trueques de calado comunitario, por ejemplo vigilando en el propio jardín, formándose o desarrollando sus talentos para mejorar el entorno». Rivas subraya que, «al ser un proyecto cofinanciado con los servicios sociales de Bogotá, tenemos que responder a sus aportaciones con las nuestras, así que sin el premio de la Fundación Cepsa no hubiéramos podido seguir con el jardín».

La Fundación Cepsa es desde que nació hace un año el órgano de coordinación de la acción social que la compañía energética ha desarrollado a lo largo de la historia. «Es la respuesta natural al compromiso firme que la compañía siempre ha tenido con la sociedad. La escucha y diálogo con las comunidades que forma parte del valor de sostenibilidad que define la actividad de Cepsa», apunta Teresa Mañueco. Además de los Premios al Valor Social —que también han incluido asociaciones como la Fundación Canaria Oliver Mayor contra la Fibrosis Quística, el Conselho Português para os Refugiados o el brasileño Núcleo de Apoio ao Combate do Câncer Infantil—, la entidad lleva a cabo iniciativas de apoyo cultural como la Bienal de Artes Plásticas de Santa Cruz de Tenerife o los cursos de verano de la Universidad de Cádiz. Acciones de carácter medioambiental, con el proyecto LIFE Blue Natura (que pretende cuantificar los depósitos de carbono y las tasas de secuestro de los hábitats de praderas marinas en Andalucía y mitigar los efectos en ellas del cambio climático) o la protección de las marismas del Odiel y la Laguna Primera de Palos de la Frontera. E impulsa el área educativa con cátedras de la fundación en cinco universidades (Cádiz, Huelva, Sevilla, Politécnica de Madrid y Universidad Externado de Colombia) y deportiva, donde destaca el apoyo a escuelas, equipos y competiciones infantiles o populares. La actividad social de Cepsa se completa con el programa de voluntariado, con 33 iniciativas en las que han participado 850 personas entre trabajadores y familiares en el año 2016.

Los datos

Premios al Valor Social

272 Iniciativas premiadas

4 países

2 millones de euros en premios

400.000 euros en 2016

Fundación Cepsa

850 participantes en actividades de voluntariado

33 iniciativas de voluntariado en 2016

4,5 millones de inversión en acción social

750.000 euros en acciones culturales

5 cátedras universitarias

490.000 euros en acciones medioambientales

100.000 euros de apoyo deportivo

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Fuente: El País