Just Eat podría resultar como palomitas de maíz: sabrosas, pero sin valor nutricional. A pesar de sus sólidos resultados anuales, la enorme ventaja doméstica del grupo británico de 5.800 millones de euros está amenazada. A juzgar por el crecimiento de sus ventas, todo va bien en la empresa dirigida por el CEO interino Peter Duffy. Los ingresos subieron un 43% en 2018 hasta 906 millones. En el extremo superior de sus objetivos para 2019, Duffy calcula que las ventas podrían subir hasta un 40%.

Si se escarba un poco más profundo, empero, hay pelos en el plato. Crear su propia red de distribución, para igualar la profesional logística de Uber y Deliveroo, provoca que los inversores están viendo poco del crecimiento. El flujo de caja operativo neto se redujo un 6% el año pasado hasta 182 millones de euros, mientras que el punto medio de los objetivos de Duffy para 2019 implica que el margen de ebitda subyacente caiga del 22% al 19%.

Uber y Deliveroo están comiéndole el almuerzo. El primero contrató casi el doble de restaurantes británicos en 2018 que Just Eat, según datos de UBS. Deliveroo firmó más del triple, y su cuota en el gasto de comida para llevar subió al 30% en otoño de 2018, desde el 19% de finales de 2016. Just Eat encogió un poco: esto socava el argumento de que su cuota de mercado le da “efectos de red” frente a sus rivales. Uber ha reducido la comisión máxima que cobra a los restaurantes en un intento de ganar cuota.

El menú de opciones de Just Eat es poco delicioso. El activista Cat Rock Capital ha presionado para vender su participación en la brasileña iFood. Duffy podría invertir las ganancias en casa, pero siempre corre el riesgo de ser superado por Uber, por ejemplo, que está respaldado por SoftBank y que puede replicar rápidamente cualquier cambio de estrategia. Rivales como Delivery Hero podrían estar interesados en comprar Just Eat; pero hay relativamente pocas sinergias transfronterizas por encontrar, y el grupo alemán podría pensárselo dos veces antes de comprar una gran exposición al duro mercado británico. Es probable que el plato final de Just Eat sea poco apetecible.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días