El mercado laboral en octubre ha dado una de cal y otra de arena. Subió el empleo, si se mide con la afiliación a la Seguridad Social: hubo una media de 106.541 cotizantes nuevos. En los últimos años, solo en 2018 hubo un dato mejor. Pero también creció el paro registrado: lo hizo en 97.948 desempleados, el peor dato desde 2012, según el Ministerio de Trabajo.

Con este aumento de afiliación, en el que ha tenido un gran protagonismo la educación, la Seguridad Social recupera los 19,4 millones de afiliados. Por su parte, el aumento del paro eleva la cifra total a 3,17 millones de desocupados inscritos en la oficinas públicas.

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Aunque ambos datos puedan parecer contradictorios a primera vista, no tiene por qué ser así. Hay que tener en cuenta que son fuentes distintas: la Seguridad Social suma a todos los afiliados obligatoriamente; en cambio, estar en el paro registrado solo es obligatorio para quienes cobran algún tipo de prestación o quieren acceder a algún tipo de servicio (formación o asesoramiento). Además, el dato de afiliación es una media de lo ocurrido durante todo el mes, mientras que el paro recoge la cifra del último día de octubre. Y, por último, aunque paro y empleo son las dos caras de una misma moneda, el mercado laboral, su comportamiento no tiene por qué ser exactamente inverso: si se crea empleo pero crece más la población activa (quien tiene edad y está dispuesto a trabajar) puede subir el paro; o al revés, si se destruye empleo pero cae más la población activa puede bajar el paro.

En el aumento de afiliación ha tenido un gran protagonismo el comienzo del curso escolar. La educación se está comportando, cada vez más, como una actividad con una evolución muy estacional: despide masivamente cuando acaba el curso escolar y realiza el movimiento inverso cuando comienza. Esto ha supuesto en octubre un aumento de 151.087 cotizantes. También creció el empleo en la Administración (16.939 cotizantes más), en las actividades artísticas (16.520) y en la construcción (12.923).

El movimiento contrario se dio en la hostelería, que perdió 60.638 afiliados, ante el final definitivo de la campaña turística. También bajó en la sanidad, donde el fin de las sustituciones estivales disminuyó el empleo en casi 36.000 personas.

Los movimientos de afiliación no fueron homogéneos por toda España. El gran peso de la actividad turística en Baleares y el hecho de que se haya acabado la temporada alta se notó en su afiliación, que bajó en casi 40.000 personas.

El dato de la Seguridad Social ha sido mejor de lo que se esperaba en casas de análisis como Funcas. El servicio de estudios de las antiguas cajas de ahorro había previsto un incremento de 77.000 afiliados. Sin embargo, las ganancias de empleo en el último año siguen desacelerándose. En los últimos 12 meses la Seguridad Social ha ganado 436.920 afiliados, un 2,3% más que el año anterior, este dato es más bajo que el del mes precedente, que a su vez ya era el menor en varios años. Todavía es mejor el dato desestacionalizado, el que se extrae al limpiar de la estadística bruta los efectos de los altibajos propios de temporadas turísticas o campañas agrícolas, que muestra un aumento de afiliación de 56.194 cotizantes, el más alto de lo que va de año.

Por lo que respecta a la contratación, se aprecia que poco a poco la firma de contratos se está estabilizando. Se siguen firmando muchos contratos cada mes. En octubre han sido más de 2,2 millones y en lo que va de año se superan los 19 millones, pero esta cifra total supone solo un 1,5% más que en los 10 primeros meses del año anterior. Esta gran cifra de contratos refleja la gran inestabilidad en el empleo ya que de esos algo más de 19 millones solo el 9,7% fueron indefinidos.

Con los datos conocidos este martes, también se aprecia que crece la protección frente al desempleo. La tasa de cobertura está en el 61,5%, cinco puntos más que hace un año.

Fuente: El País