Hay decenas de opciones y planes de tarifas de fibra y móvil. Y los consumidores se preguntan si realmente como dice su compañía cada vez pagan menos o si les están subiendo la factura. Resolver ese dilema se ha convertido en un misterio en España por la falta de estadísticas oficiales al punto que aunque casi la mitad de los hogares declara que le han subido su factura en los últimos seis meses, el gasto en telecomunicaciones sigue siendo muy similar al de hace un año. Una aparente paradoja con respuesta múltiple.

Los paquetes de telecomunicaciones como Movistar Fusión, Love de Orange o Vodafone One han supuesto un avance para el consumidor, que tiene en una única factura y con una sola compañía todos sus contratos de telefonía fija y móvil, Internet y televisión. Pero los operadores han aprovechado estos empaquetamientos para subir periódicamente los precios añadiendo nuevas prestaciones no solicitadas por los clientes (más velocidad en la banda ancha fija, más datos, minutos de llamadas o líneas móviles auxiliares).

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La incidencia que tiene esta práctica, conocida como “más por más”, sobre el conjunto de los precios de los servicios de telecomunicaciones no se conoce porque ni la Secretaría de Estado para el Avance Digital (Ministerio de Economía) ni la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hacen públicas estadísticas sobre el coste de estos productos que, aunque son relativamente recientes, ya contratan 12 millones de hogares que agrupan casi el 80% del total.

A falta de datos sobre evolución de precios, hay que recurrir al llamado Panel de Hogares que la CNMC realiza semestralmente en base a encuestas a los consumidores. En el último, correspondiente al primer semestre de 2018, un 46,1% de los hogares que tienen contratado un paquete de servicios de telecomunicaciones con Internet señalaron haber sufrido una subida de precio en los últimos seis meses.

Las últimas estadísticas de la agencia europea Eurostat, a las que ha tenido acceso este diario, apuntan a que se ha producido en efecto este aumento. En concreto, el subíndice de telefonía fija empaquetada en España refleja un aumento en el último año (septiembre 2017 a septiembre de 2018) del 5%. 

Según el Panel, el 82% de los consumidores rechazaba la práctica del más por más, es decir, el aumento de precios que aplican los operadores a cambio de más servicios no solicitados. El 29% de los hogares con banda ancha fija reconoció que el aumento de precio se asoció a mejoras en los servicios ofertados por el operador; un 7% desconocía el motivo del aumento y un 12% no percibió ninguna mejora en el servicio. Entre los hogares conocedores de mejoras en el servicio un 82% hubiera preferido mantener su precio y no beneficiarse de las mejoras introducidas unilateralmente por su operador.

Gasto estancado

No obstante, el informe subrayaba que a pesar de la percepción de los hogares, durante la primera mitad de 2018, los gastos de los hogares no aumentaron sustancialmente respecto al gasto de finales de 2017. En los hogares con paquete cuádruple (fijo, móvil, datos y banda ancha fija) el gasto aumentó medio euro hasta alcanzar los 65,4 euros mensuales y en los hogares con paquete quíntuple (más televisión) el gasto se mantuvo estable alrededor de los 95 euros mensuales. Pero es que además si ampliamos el plazo en un año, resulta que el gasto ha bajado 2,4 y 1,6 euros en los paquetes cuádruples y quíntuples, respectivamente. ¿Cómo puede ser eso posible si los tres principales operadores aplicaron a comienzos de 2017 y de 2018 dos subidas en sus paquetes más populares de entre 3 y 5 euros cada una?

Una de las respuestas a esta cuestión es que, precisamente porque los precios suben los consumidores actúan defensivamente y para reducir su recibo telefónico y de Internet negocian con su compañía planes de tarifas más baratas o se cambian de operador por el procedimiento de la portabilidad lo que les permite conservar tanto el número fijo como el móvil. No es de extrañar que en 2018 se estén batiendo todos los récords de portabilidad. Solo en los nueve primeros meses de este año 5,6 millones de líneas móviles y 1,7 millones de banda ancha fija se cambiaron de compañía y se estima que en el conjunto del año la cifra puede rondar los 10 millones entre fijo y móvil.

De hecho, de los hogares que experimentaron una subida en sus tarifas, un 45% contactó con su operador, pero no logró librarse del incremento del precio. En cambio, un 12% evitó así pagar más por su oferta de telecomunicaciones y otro 7% de los hogares con subida de precios optó por cambiarse de operador, según el Panel de la CNMC.

Otra de las causas por las que el gasto no sube es la irrupción de las operadoras de bajo coste, segundas marcas de los grandes operadores que están reventando los precios de los paquetes gracias a unos costes más bajos, ya que generalmente toda su contratación y gestión es vía web, se aprovechan de la infraestructura de sus hermanas mayores y prescinden de la televisión (o al menos pagar derechos de televisión por el fútbol o las series. Telefónica ha lanzado O2 y Vodafone contraatacó con Vodafone Bit. Antes ya se habían implantado Amena (Orange), PepePhone (MásMóvil) o Lowi (Vodafone).

Preocupación de la CNMC

El misterio de la subida de la factura de móvil e Internet

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, expresó esta semana su preocupación por la evolución de los precios de los servicios de telecomunicaciones en España, y apuntó a los datos de Eurostat, para señalar que mientras aquí aumentado los precios especialmente los de la telefonía fija empaquetada, caen de media en Europa.

Marín Quemada recordó que cuando había cinco operadores los precios en España bajaban, cuando había cuatro se estabilizaron con tendencia a la baja, luego hubo tres y empezaron a subir y ahora hay cuatro y continúan subiendo. «Esto lo vemos con preocupación», dijo.

También criticó el «más por más» y se preguntó si los usuarios quieren ese más que ofrecen las compañías y lo necesitan, y si los paquetes «no son una cierta imposición de los operadores». «El éxito es ofrecer a cada cliente lo que cada cliente elige y lo que cada cliente que necesita en su soberanía, no porque se lo diga nadie», dijo.

Fuente: El País