El miedo se apodera de los mercados mundiales, después del fuerte castigo a Wall Street anoche. El Ibex 35 se deja en torno al 1,5%, apenas soporta los 9.000 puntos y profundiza los mínimos de 2016 con todos los valores en rojo. El resto de Bolsas europeas se anotan también fuertes caídas, superiores al 1,5%. Los índices de EE UU cerraron anoche con caídas del 3% y las Bolsas asiáticas han perdido cerca del 4% esta mañana.

El temor a un frenazo económico mundial, sumado a las perspectivas de subidas de tipos en Estados Unidos y al repunte de las rentabilidades de la renta fija han desencadenado la tormenta. En Europa, se añade el foco de inestabilidad italiano, con el tira y afloja del Gobierno (coalición de ultraderecha y antisistemas) con Bruselas para fijar los objetivos de déficit.

Casi todos los valores del Ibex 35 están en rojo, a excepción de Grifols, que sube un 1% tras una recomendación positiva de los analistas de Berenberg. Entre los valores que más caen, Repsol se deja un 3,7%, ACS baja un 3% y Mapfre cae un 2,5%. 

Las pérdidas son generales en los principales mercado europeos.  El Dax alemán baja un 1,3%, el Cac francés se deja un 1,6% y el Mib italiano, un 1,7%.

A pocos días de que finalice el plazo (el día 15 de octubre) para que los Estados europeos presenten sus cuentas de 2019 a Bruselas, continúa el nerviosismo sobre Italia. El ministro de Economía del país, Giovanni Tria, insiste en llamar a la calma y ha señalado que hará todo lo posible para recuperar la confianza del mercado. Pero los inversores no se fían y cuestionan no solo las previsiones de déficit, sino las mismas previsiones económicas que sustentan el Presupuesto. En España, el Ejecutivo ha cerrado un acuerdo con Podemos para presentar las cuentas de 2019. 

La crisis italiana no es el único nubarrón en los mercados. En plena escalada de las tensiones comerciales entre China y EE UU, los datos macro estadounidenses siguen apuntando a una fortaleza de la economía (cifras de empleo, ISM sector servicios …) lo que ha elevado las expectativas de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés en diciembre y acelerará después. Una perspectiva que ha impulsado la rentabilidad de la deuda y ha provocado la huida de la renta variable. Anoche, el Dow Jones (que se sitúa en zona de máximo histórico) perdió un 3,15%, similar porcentaje al del S&P 500. El Nasdaq bajó un 4%, la mayor caída desde el brexit. 

Las pérdidas en EE UU han arrastrado a los mercados asiáticos: índice Nikkei de la Bolsa Tokio ha caído casi un 4%, el Hang Seng de Hong Kong cae un 3,96% y el Kospi coreano se deja un 4,16%. El índice compuesto de Shanghai baja un 5,2% y toca mínimos de cuatro años. 

Una muestra del nerviosismo ayer en Wall Street fueron las declaraciones del presidente de EE UU, Donald Trump, quien aseguró ayer que la Reserva Federal «se ha vuelto loca», en referencia a las subidas previstas de tipos de interés. La declaración se produce un día después de las críticas del presidente a la autoridad monetaria por subir de forma muy rápida el precio del dinero. «En realidad es una corrección que hemos estado esperando por mucho tiempo, pero realmente no estoy de acuerdo con lo que la Fed está haciendo», afirmó ayer Trump.

En el mercado de deuda de Estados Unidos, donde los tipos han repuntado hasta alcanzar máximos de siete años, la rentabilidad del bono a 10 años cerró anoche en el 3,152%, siete puntos básicos por debajo de la víspera pero cerca del máximo de siete años del 3,26%. El aumento de los tipos de la deuda hace más atractiva la renta fija frente a la Bolsa, lo que puede provocar un trasvase de la inversión de uno a otro activo. 

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La deuda española el bono español baja este jueves su rendimiento en cuatro puntos, lo que deja la prima de riesgo prácticamente estable, en 108 puntos. La prima italiana, por su parte, sube a 307 puntos, 10 más que ayer, al subir la rentabilidad del bono.

En cuanto a las materias primas, el petróleo Brent se deja un 1,6% hasta 81,8 dólares el barril.

Fuente: El País