El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes restablecer la tramitación de las instalaciones asociadas al proyecto STEP (South Transit East Pyrenees), que consiste en el desarrollo de una tercera interconexión de gas entre España y Francia a través del Pirineo oriental. Esta se sumaría a las ya existentes por Irún (Guipuzkoa) y Larrau (Navarra). El proyecto tiene como objetivo incrementar la capacidad de interconexión con Francia para contribuir a la mejora en la seguridad del suministro de gas y crear un mercado energético integrado en la Unión Europea.

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Así, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha señalado que la seguridad de suministro del sistema energético «experimentará una notable mejoría» con la puesta en servicio de STEP, dado que «incrementará el nivel de diversificación de aprovisionamientos y permitiría reaccionar con mayor rapidez», por ejemplo, ante eventuales interrupciones de suministros por gasoducto o incidencias de abastecimiento de gas natural licuado (GNL) a las plantas de regasificación nacionales. El proyecto tendrá un coste aproximado de 400 millones de euros que será sufragado en parte por la Unión Europea.

La instalación consta de un tramo de gasoducto de 120 kilómetros en la francesa y 106 kilómetros en la parte española. En el lado nacional las infraestructuras asociadas son el Gasoducto Martorell-Figueras tramo norte (Hostalric-Figueras); el de Figueras con la frontera francesa; y el de la estación de compresión de Martorell. Estas infraestructuras se recogieron en el documento de planificación energética aprobado en 2008 denominado Planificación de los sectores de electricidad y gas 2008-2016. Desarrollo de las Redes de Transporte.

Sin embargo, en 2012 el Gobierno decidió suspender las autorizaciones administrativas para asegurar el equilibrio financiero en el sector del gas. Con este nuevo acuerdo del Consejo de Ministros restablece la tramitación de las instalaciones de STEP. El gabinete dirigido por Álvaro Nadal ha explicado que el proyecto «ha sido reconocido por la Comisión Europea como Proyecto de Interés Común» debido a su relevancia.

El Ministerio ha destacado que la construcción del viaducto resulta estratégica porque «incrementa la capacidad de interconexión de la Península Ibérica con el resto de Estados miembro», que se encuentra entre las más bajas de la UE; y porque «contribuye a la necesaria integración de mercados, a la convergencia en precio y al fomento de la competencia, aspectos imprescindibles de un verdadero mercado interior de la energía que redundará en beneficio del consumidor».

«La Península Ibérica tiene uno de los suministros de gas natural más diversificados del mundo, gracias a sus dos conexiones directas con países productores en el norte de África y a sus plantas de regasificación, que son clave para la seguridad de suministro», explica la nota del Ministerio. El incremento de la capacidad de interconexión con Francia permitirá aprovechar dicho potencial y «avanzar hacia una verdadera unión energética», anuncia.

Fuente: El País