El Gobierno ha decido eliminar algunas barreras para permitir las portabilidades en las telecomunicaciones, la opción de los usuarios de cambiar de operador sin perder su número, especialmente en la telefonía móvil.

Bajo el nuevo marco normativo, que presumiblemente se va a aprobar en el consejo de ministros de hoy, la premisa para permitir estas portabilidades es que no haga falta que ningún instalador tenga que ir a la casa del cliente, según señalan fuentesl del sector. Es decir, que impediría la portabilidad en el fijo.

En este sentido, esta vía permitiría las portabilidades en el ámbito de la telefonía móvil. Otra de las condiciones es que el cliente no tenga que acudir a ninguna tienda a realizar el cambio de operador.

En el real decreto también se va a establecer una limitación a un aumento de precios, si bien parece complicado que alguna operadora tenga previsto subirlos en un escenario como el actual de parálisis económica y de fuerte aumento del paro.

De momento, algunas operadoras ya han comunicado a su personal que se prepare para este nuevo escenario comercial que ahora se puede abrir, según indican otras fuentes del sector.

La medida ha sido criticada por alguno de los sindicatos mayoritarios en las operadoras de telecomunicaciones.Así, UGT ha manifestado que se opone a cualquier medida que pueda conllevar un incremento del peligro del contagio en las personas trabajadoras en el sector de las comunicaciones. En opinión del sindicato, no tiene ningún sentido, y además es incongruente, reforzar las medidas sanitarias en todos los sectores productivo de la economía y relajarlos en las telecos. «Estamos ante una situación de salud, que no puede someterse a intereses económicos de ningún tipo. La apertura de las portabilidades en la red fija es inviable, porque supone volver a desplazar personas a los domicilios de los clientes, lo que supondría exponer a la enfermedad de cientos de personas trabajadoras», destaca UGT.

El sindicato muestras dudas ante diferentes áreas, como la posibilidad de hacer campañas telefónicas, con la consecuencia de que puedan volver a llenarse los call centers. De igual firma plantea, quién será el encargado de llevar la nueva SIM a casa del cliente, y advierte de que en caso de que la portabilidad falle y deje a una persona incomunicada, quién se va a hacer responsable de ello en el caso de que sea una persona mayor o aislada. «No estamos ante nada urgente ni inaplazable», dice UGT.

El Gobierno decidió congelar las portabilidades en el segmento de las telecomunicaciones, e incluir la medida en el real decreto de declaración del estado de alarma, el pasado 17 de marzo, para hacer frente a la pandemia del coronavirus Covid-19. El motivo era salvaguardar la salud de los instaladores que acuden a las casas a realizar las tareas técnicas de la portabilidad, que en el ámbito de la banda ancha fija ronda las 200.000 al mes. Las operadoras indicaron que esta situación podía afectar a la estrategia fundamental en este momento que no es otra que mantener los servicios y la red en un momento de récord en su utilización como consecuencia del teletrabajo y el ocio de millones de personas que están confinadas.

La decisión se producía tras ser solicitada por las grandes compañías. La medida, no obstante, recibió las críticas de algunas operadoras más pequeñas y de diversas asociaciones de consumidores.

Fuente: Cinco Días