
El BCE ha decidido este viernes lanzar una recomendación, de cumplimiento obligatorio, a los bancos de la Eurozona de que suspendan el reparto de dividendos hasta octubre. La medida se extiende también a los programas de recompra de acciones para remunerar a los accionistas.
La institución que preside Christine Lagarde da un paso más para tratar que el crédito siga fluyendo a la economía pese al parón casi total para contener la expansión del coronavirus. Explica en un comunicado que toma esta decisión para incrementar la capacidad de los bancos de absorver pérdidas y mantener el crédito a las familias y las empresas.
El BCE permitirá, eso sí, que se desembolsen los dividendos cuyo pago se haya propuesto ya a la junta de accionistas. La norma tampoco tendrá caracter retroactivo, por lo que afectará a los pagos ya realizados. También abre la puerta a que las entidades que deben pagar dividendo por imperativo legal lo hagan, siempre que lo justifiquen ante esta institución.
El supervisor bancario europeo contempla modificar en octubre esta medida. Afirma que entonces valorará la evolución de la economía —una vez que, previsiblemente, haya pasado lo peor de la pandemia— y entonces decidirá si prolongar o no el veto.
Fuente: Cinco Días