La lucha de Google contra la multa que le impuso Bruselas de 4.343 millones en julio de 2018 por abuso de dominio con Android sigue en marcha. Se espera que el procedimiento judicial comience el próximo año, pero ahora se ha sabido que el gigante de internet contará con algunos aliados en esa batalla. Entre ellos, el fabricante alemán de móviles Gigaset y la compañía finlandesa HMD Global Oy, propietaria de la marca Nokia. Las dos apoyarán a la estadounidense en el proceso de apelación, según informó Reuters.

El gigante de las búsquedas también recibirá el apoyo de algunas entidades, como la Application Developers Alliance, un grupo de presión que asegura defender los intereses de los desarrolladores de software y de las empresas que han invertido en su éxito, el navegador Opera Software y la Computer and Communications Industry Association, que cuenta con Google entre sus socios.

Como respaldo a la Comisión Europea se permitirá intervenir a la Organización Europea de Consumidores, al grupo de presión FairSearch (cuya queja desencadenó el caso de la UE contra Google), los motores de búsqueda checo y francés Seznam y Qwant, respectivamente, y dos grupos editoriales alemanes, VDZ y BDZV.

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Google ya anunció tras conocer la multa que iba a recurrir la sanción, que llegaba tras más de dos años de investigación por parte de las autoridades europeas. Bruselas acusó entonces a la compañía de aprovechar Android para extender al móvil su dominio en el mercado de los motores de búsqueda. En concreto, la acusó de obligar a preinstalar su buscador y su navegador (Chrome) a los fabricantes de móvil que deseaban usar Android, y de exigir que los fabricantes se comprometieran a no modificar el sistema operativo (que es abierto) si querían utilizar las aplicaciones creadas por Google.

La compañía defendió tras conocer la multa que “Android ha creado más libertad de elección para todos, no menos”. E insistió en que esta plataforma ha generado un ecosistema que ha permitido una “innovación rápida y precios más bajos”, lo cual, defendieron, “son los sellos clásicos de una competencia robusta”. La batalla judicial está servida.

Fuente: Cinco Días