Deutsche Bank, primer banco de Alemania, tuvo un beneficio neto atribuido de 267 millones de euros en 2018, después de tres años consecutivos de pérdidas y a pesar de haber sufrido en el cuaro trimestre unos números rojos por 425 millones de euros. Deutsche Bank, que en 2017 había perdido 751 millones de euros, informó hoy de que subió el beneficio antes de impuestos a 1.300 millones de euros, lo que supone un alza interanual del 8%.

Las pérdidas del cuarto trimestre han sido superiores a las que estimaba el consenso del Mercado, por 268 millones de euros, y muestran la debilidad del negocio de trading, clave para la entidad. Deutsche Bank está además inmerso en un duro proceso de recomposición y, bajo la presión de tener que reforzar sus ratios de capital, ha tenido que hacer frente a pleitos judiciales, acusaciones de blanqueo de capitales y rebajas de rating. Está además en el foco de la especulación de una posible operación de fusión y se le ha emparejado con entidades como Commerzbank y UBS.

La dirección de Deutsche Bank propondrá al consejo de supervisión el reparto de un dividendo de 0,11 euros por acción por el año 2018. El presidente de Deutsche Bank, Christian Sewing, dijo al presentar el balance que «la vuelta a la zona de beneficios muestra que Deutsche Bank va por el buen camino». «Ahora se trata de dar el siguiente paso: en 2019 seguiremos recortando costes y, al mismo tiempo, invertiremos de forma precisa en crecimiento. De este modo incrementaremos sustancialmente nuestra rentabilidad» los próximos años, añadió Sewing.

Deutsche Bank tuvo en 2018 un ratio de capital de máxima calidad sobre los activos ponderados por riesgo Common Equity Tier 1 (CET1) del 13,6%. El CET1 está compuesto por el capital básico, acciones ordinarias y reservas, al que se añaden las participaciones preferentes y los instrumentos híbridos.

Los ingresos netos se redujeron a 25.300 millones de euros en 2018 (-4 %), debido a medidas estratégicas para centrarse en negocios, la difícil situación de los mercados financieros, especialmente en el cuarto trimestre, junto a noticias negativas específicas de Deutsche Bank como la redada de la Fiscalía en su sede central a finales de noviembre.

Los gastos no relacionados con intereses bajaron el año pasado a 23.500 millones de euros (-5 %). El número de empleados a tiempo completo se redujo a 91.700 personas a finales de 2018, por lo que Deutsche Bank cumple su objetivo que era recortarlo por debajo de 93.000 empleados. Las reducciones de personal compensan las contrataciones en otras áreas de crecimiento y funciones de control, según explica el banco.

Las provisiones para pérdidas por créditos se mantuvieron el año pasado en 525 millones de euros. Deutsche Bank resolvió completa o parcialmente 19 de los 20 casos judiciales más significativos a los que se enfrenta. Las provisiones para demandas se situaban en 1.200 millones de euros a finales de 2018, un 40 % menos que un año antes (2.000 millones de euros).

Fuente: Cinco Días