Desigual encadena un nuevo año de caída de ventas. El grupo textil recorta por tercer ejercicio consecutivo sus ventas. Cerró 2017 con una facturación de 761 millones de euros, un 11,5% menos que un año antes. La empresa achacó la evolución a la caída en Europa, donde se concentran el 90% de sus ingresos.
La compañía cerró el ejercicio con un beneficio de 47 millones de euros, un 33,3% menos que en el año previo. El ebitda se situó en los 119 millones, un 28% menos. El grupo achacó el deterioro de los resultados a la caída de ventas y a los costes de su plan de transformación, enfocado a la mejora del producto, la optimización de la distribución y la mayor inversión en marca.
Desigual defiende en un comunicado que este año se presenta como el ejercicio en el que cambiará la tendencia en ventas. «Vamos en la dirección correcta», aseguró Alberto Ojinaga, director corporativo del grupo. Para ello, la empresa centrará sus esfuerzos en su expansión en Latinoamérica, donde las ventas crecieron un 18% en el 2017. Además, abrirá 50 nuevas tiendas y reformará otras 50.
El grupo señala que en 2017 se ha cumplido ya el ecuador del plan de transformación que inició en 2015, ante el deterioro que vivió en su negocio. «El objetivo es preparar la próxima fase de crecimiento», apuntó la compañía en la nota. «Debemos ponernos en la piel del cliente y reconectar con él», defendió David Meire, responsable de clientes.
Entre los trabajos acometidos para «el nuevo Desigual» se encuentra la mejora de la experiencia a través de internet, donde ya cuenta con colecciones exclusivas para la venta online. Por otro lado, ha contratado a un nuevo asesor artístico, Jean-Paul Goude, para rediseñar la imagen de marca. La primera colección de este año inicia esta colaboración.
Fuente: Cinco Días