España es el segundo país de Europa (solo superada por Reino Unido) en el que se realizan más pagos por contactless. Ya saben, la tecnología que permite cerrar la transacción acercando la tarjeta de crédito al TPV. La aceptación de esta forma de pago es fundamental para la que se nos viene encima: pronto pagaremos con llaveros, pulseras, anillos, relojes y móviles (de hecho ya hay quien lo hace). Nos olvidaremos de echar mano a la cartera cada vez que haya que pagar. El 65% de las transacciones con tarjeta ya se apoyan en esta tecnología; en Bélgica, uno de los países en los que menos ha calado, la proporción es del 5%.

“Estamos moviéndonos hacia cómo tokenizar las tarjetas para que puedan ser insertadas en distintos tipos de aparatos y objetos. Esta es definitivamente la tendencia más fuerte en digitalización de pagos, promovida por Apple y otras grandes operadoras”, explica Eimear Creaven (Galway, 1978), la máxima responsable de Mastercard para Europa Occidental. “Una de mis mayores prioridades es asegurarme de que nuestros socios bancarios y de retail conozcan y apliquen si así lo desean esta tokenización”, apunta.

Eimear Creaven.

Otra tendencia fuerte en el sector: “estamos viendo que los pagos no están en primer plano, sino que quedan por detrás de otros servicios. Cuando sales del Uber tienes la confianza de que el pago se ha realizado y de que se han tomado todas las medidas de seguridad necesarias para garantizarlo. Ya ni te ocupas de mirarlo. Ese es un cambio grande”, subraya la ejecutiva. Muchos de esos llamados pagos invisibles se harán con wearables, o prendas inteligentes. “Las investigaciones sugieren que, para 2020, más del 60% de los wearables tendrán funciones de pago, lo cual es realmente impresionante. Hay que recordar que lo que está detrás de ambos ejemplos es la tecnología contactless.

Creaven nos atiende durante un hueco que consigue arrancarle a su trepidante agenda durante el Mobile World Congress de Barcelona. Cuatro días durante los que no para de encontrarse con clientes y socios de todo el mundo. También con la competencia, por supuesto. La irlandesa no considera que las GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) entren por dentro de esa categoría. “No los vemos como competencia porque usan nuestro soporte. Al menos por el momento… Apoyamos mucho a Apple Pay y Google Pay, sistemas con los que llevamos años trabajando. No les veremos como una amenaza en tanto tengan la misma aproximación que nosotros a los pagos, que respeten la privacidad de los datos de los usuarios igual que hacemos nosotros. Siempre que esto sea así, estaremos contentos de trabajar con ellos”, precisa.

MÁS INFORMACIÓN

¿Qué pasa con Alipay o Wechat, los sistemas de pago líderes en China? Cada vez están más presentes en Europa, teóricamente para dar cobertura a los chinos que se desplazan por el Viejo Continente. “Estas compañías crecieron en China, un mercado que ha sido cerrado a MasterCard, pero necesitan expandirse para seguir escalando. Lo que hacen más allá de sus fronteras es seguir al consumidor chino para darle servicio. Nos gustaría poder equilibrar el juego: si ellos pueden actuar en Europa, sería genial que nosotros pudiéramos hacerlo en China. Creo que esa sería la forma más justa de afrontar la situación”, espeta Creaven. Con todo, confiesa que estas compañías le llaman mucho la atención. “Su modelo de negocio es muy interesante. Realmente son redes sociales que funcionan como medios de pago, se están relacionando con el consumidor de forma muy distinta a nosotros”.

  • A vueltas con la seguridad

Aunque en España la tecnología contactless funciona, MasterCard (igual que Visa o American Express) quiere lograr que mejore su aceptación por Europa. “Hay que encontrar la clave para que la gente se lance a usarlo. El mejor ejemplo que tengo es el de Transport of London: la gente no tardó demasiado en dejar de usar la Oystercard en detrimento de su tarjeta o móvil en cuanto se implantó el contactless en el transporte público. Hemos comprobado que ese incremento en el uso coincide también con el de pagos de otros bienes en toda la ciudad. Esa debe ser la estrategia: lograr que el cliente se sienta cómodo con la tecnología y, solo entonces, fomentarla por todos los medios”, asegura.

Eso está pasando con los parámetros biométricos en banca móvil, cada vez más usados en la banca móvil. “En este caso, la clave está en que los métodos de autenticación sean supersencillos, y los biométricos lo son. En 2019 veremos la entrada en vigor de la nueva regulación europea de banca abierta, que aumenta la competencia y abre la industria bancaria. También refuerza las medidas de seguridad y autenticación. Eso dará más confianza a los usuarios. Tendrán que usar su móvil, que es algo que tienen, su biometría, que es lo que son, y la contraseña, que es algo que saben”.

Fuente: El País