La anunciada compra del laboratorio irlandés Shire va a situar a Takeda en el top ten de las grandes farmacéuticas del mundo. El salto de la compañía japonesa se producirá si se consuma la anunciada absorción por un valor de 46.000 millones de libras (52.200 millones de euros), la que se ha convertido en la mayor transacción en el campo de los medicamentos desde 2015.

Takeda se hará con esta operación con un laboratorio biotecnológico joven, nacido en 1986 en Reino Unido, especializado en el nicho emergente de los conocidos como medicamentos huérfanos, que son fármacos destinados a enfermedades raras y que habitualmente tienen costes muy elevados porque se destinan a un número de pacientes muy limitado.

El consejo de administración de Shire ha aceptado la oferta de Takeda a 49 libras por acción, pero falta la aprobación final. El montante total sitúa la compra entre las ocho mayores de la historia en el sector. Por delante quedan las de Pfizer (que adquirió Warner-Lambert y Wyeth), la fusión de Glaxo con Smithkline Beecham, la de Sanofi y Aventis o la también anunciada del gigante farmacéutico alemán Bayer sobre Monsanto (en el sector agroquímico).

La unión con Takeda dará un gigante con una facturación superior a los 25.600 millones de euros, solo por detrás de Roche, Pfizer, Novartis, Sanofi, GSK, MSD y Janssen. Será la única asiática que se cuele entre las empresas europeas y estadounidenses. Se confirma así la necesidad constante de los grandes laboratorios por las adquisiciones de carteras de fármacos y empresas en búsqueda de nuevas terapias que poner en el mercado.

Shire ha crecido muy rápidamente en los últimos años hasta posicionarse en el puesto número 18 en ventas con 12.320 millones en facturación en el mundo, gracias a las compras corporativas. La última fue la de Baxalta, por casi 30.000 millones, el pasado año.

Trabaja en campos como la hematología, inmunología, oncología, enfermedades del sistema nervioso central, gastrointestinal, medicina interna y oftalmología. Algunos de sus medicamentos se dirigen a patologías poco frecuentes como la enfermedad de Fabry, enfermedad Gaucher, síndrome de Hunter, angioedema hereditario, colitis ulcerosa y otras como la epilepsia o el trastorno por déficit de atención. La empresa actualmente cotiza en Londres, tiene la sede fiscal en Irlanda y la corporativa en Boston (EE UU).

Fuente: Cinco Días