Como muy bien dice su presidente, Sebastián Piñera, Chile siempre ha sido una isla en lo económico”. Así resumía Ángel Simón, vicepresidente ejecutivo de Suez, la situación privilegiada de la economía del país gracias a su expansión internacional y su escasa dependencia del Mercosur, la región que comparte con Brasil y Argentina, lo que le hace casi inmune a los ciclos económicos, la evolución de las divisas o las guerras comerciales como la desatada entre Estados Unidos y China.
El foro Desafíos en Chile. Hacia un crecimiento integral, inclusivo y sostenible, organizado por EL PAÍS en Madrid y patrocinado por Ferrovial, Suez y Enagás, e inaugurado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aprovechó la visita oficial del presidente Piñera a España para reunir a los responsables de grandes multinacionales españolas, que coincidieron en lanzar un mensaje de optimismo para la economía chilena.
El presidente de Enagás ve en el Estado andino grandes oportunidades de inversión
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, destacó la estabilidad económica que le permite seguir una senda de crecimiento “mucho más optimista que la de muchos países europeos”, sin que se vean grandes riesgos en la creciente dependencia de las exportaciones con China, el primer socio comercial del país.
Llardén hizo hincapié en que el índice de riqueza ofrece a Chile ponerse en la órbita de los países más desarrollados, lo que le permite comenzar a reciclar y a introducir nuevos “vectores energéticos” que suponen grandes oportunidades de inversión. “Si tuviera más población, sería el mejor país del mundo”, ironizó. “Chile es el país [de Latinoamérica] con mayor nivel de desarrollo”, presumió Piñera.
La empresa española está valorando tres o cuatro proyectos de inversión en el marco de la descarbonización, con la introducción de los “gases renovables” como el hidrógeno o el metano, aprovechando el programa Ruta Energética 2018-2022, con el que el Gobierno chileno pretende avanzar hacia un desarrollo energético sostenible. Enagás es el accionista mayoritario de la planta de regasificación GNL Quintero, estratégicamente ubicada en el centro del país.
Ángel Simón enfatizó que Chile tiene que enfrentar el paso de una economía lineal a una economía circular y seguir apostando por proyectos de colaboración público-privada en línea con el anhelo de Piñera de que el Estado se convierta en un “socio y amigo” para los inversores “extranjeros y privados”. Y puso como ejemplo los proyectos de biofactorías que transforman depuradoras de agua de la capital, Santiago, en plantas que no solamente tratan las aguas residuales, sino también las transforman en nuevos recursos naturales, en energía limpia.
Obras públicas
Íñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial, saludó el programa de inversiones públicas de 20.000 millones de euros anunciado por el Gobierno chileno para el periodo 2018-2022, que engloba inversiones en infraestructuras (puertos, aeropuertos y carreteras), educación, sanidad —con la puesta en marcha de hospitales digitales— e inversión extranjera y privada. Meirás indicó que hay muchas oportunidades en renovar tecnológicamente las grandes autopistas.
Ángel Simón, directivo de Suez, cree que Chile debe pasar a la economía circular
Ferrovial opera en Chile desde 1996 en autopistas, servicios, construcción y aeropuertos. A través de su filial Agroman, ha tenido un papel destacado en la construcción de la línea 6 del metro de Santiago, inaugurada en diciembre de 2017. En la actualidad, ejecuta la estación Universidad de Chile, en la línea 3, y los nuevos accesos a la estación de Tobalaba, en la línea 4. También está presente en el sector minero (que representa un 10% del PIB, según el presidente) y en el de la electricidad.
Con este panorama para la inversión extranjera y exitosos índices sociopolíticos como el mejor de la región sudamericana en cuanto a Estado de derecho y el menor índice de corrupción, Piñera se ha fijado como objetivo acabar con la pobreza en el país antes de 2030. Y quiere que se materialice en una renta per capita de entre 35.000 y 40.000 dólares anuales. Para ello pretende aumentar el crecimiento del PIB hasta el 5%, una tarea ardua ya que Chile ha estado creciendo por debajo del 2% en los últimos años, remarcó.
Fuente: El País