El presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), José Manuel Campa, aprovechó un acto rodeado de un numeroso grupo de altos directivos bancarios y de autoridades reguladoras y supervisoras europeas para advertir a Europa de que no está del todo preparada para afrontar una nueva gran crisis. “¿Estamos preparados para la siguiente crisis? No, no estamos preparados”, declaró, para añadir que en el caso de que eso ocurra se tendrá que volver a pedir dinero a los contribuyentes, ya que el entorno actual es más complejo. A lo que se le suma que la banca en la actualidad es más solvente, pero “no es rentable”.

Destacó, en este sentido, la importancia de “recuperar la imagen y la reputación” de la banca por su propia actividad, y ante el riesgo de que en crisis “serias” tenga que volver a necesitar ayudas públicas.

El ex secretario de Estado de Economía español, que compareció en unas conferencias organizadas con motivo del décimo aniversario del FROB, también aprovechó su primera intervención en España como presidente de la EBA, para romper una lanza en defensa de las ya ex cajas de ahorros. “Es injusto decir que las cajas de ahorros fueran culpables de la crisis [en España]”, aseguró, para añadir que también había debilidades en los bancos. La diferencia era que los bancos podían acudir al mercado para financiarse y las cajas no.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, anunció en la clausura de este mismo acto que hay una “práctica unanimidad” entre los países miembros del euro para avanzar “lo antes posible” en el Mecanismo Común de Garantía de Depósitos (conocido como EDIS, en inglés). Recalcó que la determinación de España para que dentro de la Unión Europea se avance en este sentido “es incuestionable”. La ministra también abogó por reforzar el FROB, avanzar en la unión bancaria y crear “lo antes posible” la Autoridad de Protección al Cliente Financiero.

Remarcó la importancia de publicar el libro blanco sobre la arquitectura institucional y los organismos que conforman el ecosistema de gobernanza económica en España. Y se refirió al “necesario refuerzo” del FROB como autoridad de supervisión y su interacción con otros jugadores, desde la fase de planificación, la garantía de depósitos y el proceso de resolución.

Mientras, el presidente del Instituto para la Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés), Fernando Restoy, y el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Jacques de Larosière, defendieron la idea de que los bancos pequeños y medianos deberían estar sujetos a normas financieras más flexibles por su carácter no sistémico.

“Tenemos que reconocer que lidiar con las crisis de las entidades de pequeño y mediano tamaño necesita más flexibilidad que lidiar con las crisis de las más grandes”, afirmó el presidente del Instituto para la Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés), Fernando Restoy.

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Jacques de Larosière coincidió con Restoy y su reflexión sobre la banca pequeña. Criticó así que para las entidades pequeñas y medianas es “difícil” alcanzar los requisitos impuestos por los reguladores en lo referente al nivel mínimo de fondos propios y pasivos admisibles (MREL, por sus siglas en inglés o colchón anticrisis, como se le conoce en la jerga financiera). “Deberíamos (…) decidir caso por caso cual es la mejor solución”, añadió Larosière, quien defendió la normativa bancaria estadounidense frente a la europea.

Restoy, mientras, también coincidió con Campa al avisar de que, aunque “estamos mejor preparados” para la próxima crisis, la implementación de las reformas “todavía no se ha completado”, tanto a nivel global como a nivel europeo.

La presidenta de la Junta Única de Supervisión (JUR), Elke König, que también ha participado en la conferencia del FROB, afirmó ante una diferenciación del nivel de supervisión de la JUR con respecto al tamaño de los bancos que el esquema de resolución bancaria “es para la minoría, no para la mayoría”. También reclamó a los bancos centrales que tomen una posición predominante para resolver las entidades financieras con problemas. “No vamos a encontrar una solución para los problemas de liquidez de las grandes instituciones sin el apoyo y las acciones de los bancos centrales”, aseguró.

König, Restoy y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, pidieron un sistema de insolvencia para entidades financieras en Europa común o que, al menos, se armonice su procedimiento en los países. En Europa hay más de 19 jurisdicciones y en algunos países “tienen dos o tres procedimientos concursales”, recordó la supervisora europea.

Elke König defendió que el rescate de una entidad debe correr a cargo de sus accionistas y bonistas porque salvarlo con ayudas sería “muy injusto”, al dejar a “generaciones futuras” su pago. Una vez diagnosticado el problema y decidido cómo proceder, abogó por “actuar rápido y de manera decisiva”. Reconoció que fijar un 8% de MREL como mínimo para cualquier banco que pueda optar por acceder al fondo de resolución en caso de problemas es un requisito “un poco duro”.

La subgobernadora a la banca: “Sean discretos con el dividendo”

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado por completar la Unión Bancaria y por poner en marcha un seguro de garantía de depósitos europeo, “plenamente mutualizado y con una fecha final de llegada”. “Tenemos que asegurar a los depositantes y a los ciudadanos europeos que sus depósitos bancarios hasta 100.000 euros están igual de seguros, independientemente de la entidad en la que estén depositados y del país en el que vivan, dentro de la unión bancaria”, declaró en la inauguración de las jornadas sobre el décimo aniversario del FROB. El gobernador considera que el sector aún tiene retos pendientes, como la provisión de liquidez en la resolución de una entidad, la reputación del sector o su rentabilidad.

Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, fue tajante al reclamar a la banca (y mirando al banquero que tenía a su derecha, José Ignacio Goirigolzarri) que “fueran discretos con sus dividendos”. Pese a esta advertencia, la subgobernadora reconoció el esfuerzo en limpieza de balance que ha realizado la banca. También pidió al sector que compense “con capacidad instalada y con los costes”, es decir, que cierre más oficinas y se fusione, el “mal endémico” de su baja rentabilidad, que afronten una “transformación digital de verdad, de puertas para adentro y no para afuera”.

Fuente: Cinco Días