La Caixa d’Enginyers, una entidad cooperativa de crédito que tiene la sede en la Via Laietana de Barcelona desde hace 50 años, sacó rendimiento el año pasado por el simple hecho de no moverse de ahí. A partir del referéndum ilegal del 1 de octubre, las dos grandes entidades bancarias de Cataluña, La Caixa y Banc Sabadell, trasladaron su sede social fuera de la comunidad autónoma como respuesta a la inseguridad jurídica. Este gesto fue mal recibido por una parte de los clientes, y los dos bancos sufrieron un boicot del que se benefició Caixa d’Enginyers: la entidad decidió no mover la sede y muchos usuarios trasladaron sus cuentas a esta cooperativa. En concreto, la entidad creció en 2017 un 12,5% en clientes, hasta llegar a 160.412 socios, mientras que su crecimiento habitual de la base social no había superado nunca el 9%.

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En la presentación de los resultados del ejercicio de 2017, el presidente de Caixa d’Enginyers, Josep Oriol Sala, ha admitido este jueves que la entidad registró un aumento del número de socios a raíz de la crisis política por el proceso independentista. «Pero no fue porque hiciésemos nada, nosotros fuimos los mismos de siempre, fueron los otros los que tomaron decisiones«, ha aclarado. «Nosotros tenemos nuestro propio camino, no somos como los demás: en su momento no entramos en las cláusulas suelo ni en las preferentes, y ahora apostamos por estar enraizados en el territorio», ha reivindicado Sala, quien ha asegurado que su entidad «no toma decisiones precipitadas y tiene como prioridad el socio».

Los responsables de Caixa d’Enginyers también han asegurado que la entidad no recibió presiones ni para quedarse ni para irse de Cataluña. «No dependemos de nada más que de nuestros socios, tenemos absoluta independencia y eso lo saben las fuerzas políticas, nuestras decisiones son puramente financieras», ha añadido Sala.

El crecimiento habitual de los clientes de Caixa d’Enginyers, que son también propietarios al tratarse de una cooperativa de crédito, suele ser del 8%. En 2016 fue mucho menor, del 1,1%, porque la entidad tuvo que dar de baja a un importante número de socios que no estaban bien acreditados, en aplicación de la ley 10/2010. A pesar de aumentar el número de socios, que en Cataluña fue del 14% y en el resto de España del 8%, los depósitos no incrementaron, pero sí lo hicieron, un 10,46%, los recursos en fondos de inversión o planes de pensiones y ahorro.

El director general de la entidad, Joan Cavallé, ha explicado que el 72% de las altas de socios se produce por recomendación, y ha argumentado que, además del efecto del proceso independentista, el modelo cooperativo «está de moda», lo que podría explicar este incremento. El 50% de las oficinas de Caixa d’Enginyers están en Cataluña. La entidad no ha registrado un número significativo de bajas en las oficinas que hay en el resto de España. Cavallé también ha explicado que, en los días de más tensión en Cataluña, ni se plantearon crear las llamadas «cuentas espejo» en otras comunidades autónomas, como sí hicieron otras entidades.

El aumento de la base social de la cooperativa le ha permitido aumentar la inversión de crédito y conseguir un margen de intereses positivo, del 2,11%, a pesar del contexto de tipos de interés a la baja. La entidad ganó 12,24 millones de euros en 2017, un 1,82% más que el año anterior. 

Fuente: El País