Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) mantiene su cartera de pedidos en niveles de récord y por encima de los 6.200 millones, tras crecer un 1 % en este apartado durante 2017. Los encargos se dispararon durante el último trimestre del ejercicio anterior, al recibir proyectos en firme por un importe de 1.514 millones.

Los nuevos clientes de ese periodo proceden de mercados muy diversos. Desde Nueva Zelanda a Filipinas, pasando por Hungría y Suecia, por citar algunos, aunque más de la mitad de estos proyectos están concentrados en Europa. Esta circunstancia reduce la exposición del negocio a las divisas de los países emergentes, han asegurado desde el grupo que preside Andrés Arizkorreta.

En el ámbito de la UE, el grupo de Beasain ha conseguido entrar en el negocio de servicios adheridos al ferrocarril en Alemania, uno de los mercados tecnológicos más exigentes del mundo. CAF realizará el mantenimiento durante 20 años de los trenes del operador Schönbuchbahn. También ha reforzado su presencia en Reino Unido con nuevos pedidos. Con destino a estas islas, CAF firmó en octubre pasado un contrato para el suministro de 26 trenes que circularán en la región de Birmingham. El cliente es la compañía West Midlands Trains.

Reino Unido es uno de los principales objetivos de CAF en el exterior. La corporación vasca construye en la actualidad una fábrica en Gales, en la localidad de Newport. Entrará en actividad a mediados de este año. Con una plantilla inicial de 300 trabajadores, producirá toda la gama de vehículos ferroviarios. Las instalaciones de Newport podrán ampliar luego su capacidad si el mercado ferroviario británico mantiene sus planes de inversión en renovación del parque ferroviario.

La empresa no ha cambiado sus planes de crecimiento en Reino Unido por el Brexit

La apuesta de CAF por Reino Unido, donde tiene contratos valorados en más de 1.000 millones, ha incluido la compra de la ingeniería británica BWB, que es un referente tecnológico en el sector ferroviario. La empresa guipuzcoana no ha parado estos planes en ningún momento por causa de la crisis política desatada a cuenta del Brexit.

Su trayectoria industrial en las islas data de hace casi tres décadas. Por ejemplo, los tranvías que circulan por las ciudades de Edimburgo y Birmingham tienen su sello. También ha suministrado trenes para el enlace ferroviario con el aeropuerto de Heathrow y para la operadora NIR de Irlanda del Norte.

Sobre las previsiones para este año, los responsables de CAF confían en un crecimiento del negocio a doble dígito, sobre la base de que la cartera de pedidos se mantendrá en el nivel de los 6.000 millones.

El 56 % de los pedidos en fabricación corresponden a trenes para redes regionales y de cercanías. Las unidades para metros acaparan otro 20 % de la hoja industrial y los tranvías un 15 % más. En alta velocidad ferroviaria, CAF tiene proyectos como el suministro de su plataforma Oaris al operador del sector Flytoget.

Arizkorreta y su equipo confían en un incremento de los beneficios durante este ejercicio. En 2017 ganó 43 millones netos, un 14 % más. Las ventas superaron los 1.400 millones, tras crecer un 12 %. Además de la citada exposición al mercado europeo, destaca la aportación del 19 % de México a la facturación del grupo. Brasil supone otro 9 %. Su negocio procede al 87 % del exterior.

Para mejorar sus márgenes de rentabilidad, CAF ha aumentado la digitalización de los procesos y ha cerrado acuerdos con proveedores estratégicos, algunos de países con bajos costes de producción. Estos avances han generado ahorro en costes.

En 2017, CAF recortó un 17 % su deuda financiera neta (DFN), hasta 219 millones. De acuerdo con su estrategia de desapalancamiento, la DFN supone 1,2 veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda). Ese ratio fue de 3,7 veces en 2014, el nivel más alto alcanzado en esta década en el área del pasivo.

La empresa guipuzcoana ha renegociado con los bancos los plazos de vencimiento de la deuda y ha reducido los costes de la misma. Este año amortizará 43 millones y 105 millones el próximo. Además, a finales de 2017 registró en la Bolsa de Irlanda una emisión de pagarés a corto plazo por un importe de 200 millones.

Por otro lado, el Gobierno vasco anunció a principios de este año la compra del 1,24 % de CAF por 15 millones al entender que el grupo es una de las empresas clave para el desarrollo del tejido industrial de Euskadi. El Ejecutivo de Vitoria quiere impulsar un fondo dotado con 250 millones para la toma de este tipo de participaciones empresariales.

En el área de las inversiones, CAF destinó en 2017 el 3,1 % de la facturación (44 millones) a reforzar sus instalaciones. Gran parte de este presupuesto (26 millones) se concentró en la ampliación de la capacidad de su base industrial. Aparte de la nueva fábrica en Reino Unido, la empresa ha invertido en su filial en México para diversificar su actividad y ha puesto en marcha un centro de ingeniería en Beasain. A la digitalización de los procesos, la compañía ha destinado otros 6 millones.

Fuente: Cinco Días