El vicepresidente de la Comisión para el Mercado Único Digital, Andrus Ansip, dijo este viernes que la UE debería estar preocupada y “tener miedo” por Huawei y otras compañías tecnológicas chinas por el riesgo que representan para la seguridad. Ansip hizo alusión a la nueva ley del Gobierno chino que obliga a las empresas tecnológicas del país a “cooperar con los servicios de inteligencia”, lo que hace temer a Bruselas que Pekín pueda obtener información de los ciudadanos europeos a través de los dispositivos que venden estas compañías en los países de la UE.

“No es un buen uso de la ciencia cuando las compañías abren sus sistemas a los servicios secretos, aunque no sabemos mucho más sobre este caso, pero como personas corrientes debemos tener miedo. Pueden poner algún chip para tener acceso a nuestros secretos”, añadió Ansip en rueda de prensa. El comisario aseguró igualmente que desconocen las razones del arresto de la directora de Finanzas y vicepresidenta de Huawei, Meng Wanzhou en Canadá.

Tras las declaraciones, Huawei manifestó a través de un comunicado estar «sorprendida y decepcionada» por los comentarios. «Rechazamos categóricamente cualquier comentario de que podamos representar una amenaza para la seguridad. Estamos abiertos al diálogo con el vicepresidente para abordar estos malentendidos y tenemos la firme intención de continuar nuestra cooperación con la Comisión Europea como una empresa privada que es propiedad de sus empleados», subrayó la multinacional.

Huawei defendió que son «parte de la solución, no del problema». Y aseguró que «ningún gobierno les ha pedido que construya puertas traseras ni interrumpan ninguna red». «Nunca toleraríamos tal comportamiento por parte de ningún empleado de la compañía», insistieron.

El gigante chino, el primer fabricante de equipos de red del mundo y el segundo mayor fabricante de smartphones tras Samsung, resaltó que la ciberseguridad siempre ha sido su principal prioridad y «tenemos un historial comprobado de proporcionar productos y soluciones seguras para nuestros clientes en Europa y en todo el mundo».

Huawei explicó que hoy en día la cadena de suministro de las TIC es totalmente globalizada y la ciberseguridad «debe abordarse conjuntamente a nivel mundial». La compañía volvió a insistir que los proveedores de equipos no deben recibir un trato diferente en función de su país de origen. «Elegir a un solo proveedor no ayuda a la industria a identificar y abordar las amenazas de ciberseguridad de manera más efectiva», señalaron.

La compañía se mostró dispuesta a proporcionar cualquier información y se compromete a mantener un diálogo abierto con sus socios europeos sobre cuestiones relacionadas con la seguridad.

Huawei, que está presente en más de 170 países, lleva 17 años en España, donde tiene 1.200 empleados (el 90% españoles) y trabaja con todos los grandes operadores (Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil, entre ellos) y cuenta con importantes empresas del Ibex 35 como clientes.

En Europa, de momento solo BT ha anunciado que ha empezado a eliminar los equipos de Huawei de sus redes móviles 3G y 4G y ya ha excluido a la compañía china para incluir su tecnología en el núcleo de su próxima red 5G. Este viernes, según informa Reuters, Huawei se ha comprometido a llevar a cabo una inversión de 2.000 millones de dólares para resolver algunos problemas relacionados con la seguridad planteados en un informe del Gobierno británico.

Las declaraciones de Ansip son una muestra más del temor de Bruselas ante una previsible mayor  expansión de las empresas chinas. La UE ya ha llevado a cabo movimientos para frenar el crecimiento de la inversión china en sus países miembros y el sector de las telecomunicaciones resulta una industria estratégica, pues el despliegue de las redes 5G será la antesala de servicios como el coche autónomo, la medicina preventiva o las ciudades inteligentes.

Como asegura en su blog Enrique Dans, profesor del IE Business School, «que Japón liderase inicialmente el despliegue de 3G, en la práctica, supuso relativamente poco: los emprendedores japoneses no fueron entonces capaces de capitalizar esa ventaja inicial, como sí supieron hacerlo varias compañías norteamericanas. Pero todo indica que esta vez, en el caso de China, la historia puede ser diferente. Este país podría ir ganando experiencia en entornos completamente sensorizados y ofreciendo servicios a medida que otros países van llevando a cabo su despliegue. Un plus de experiencia que puede llegar a definir quién lidera el panorama tecnológico durante la próxima década y que podría permitir que, dado el ecosistema emprendedor que indudablemente existe en el gigante asiático, generar productos y servicios destinados posiblemente a liderar sus categorías en el resto del mundo. Eso es, en realidad, lo que está en juego con 5G. Y no, no es poco», concluye.

Huawei lleva invirtiendo desde 2009 en el desarrollo de la tecnología 5G. Solo en 2017, destinó a ese propósito 600 millones de dólares y en 2018 ha hecho otra inversión de 800 millones.

Fuente: Cinco Días