Los neoyorquinos no son famosos por evitar los conflictos. Amazon ha entrado en una pelea con Nueva York por los incentivos que ganó a cambio de elegirla para la mitad de su segunda sede, HQ2. Que otras grandes empresas hayan creado empleos sin tanta fanfarria debilita la mano de Amazon, pero la Gran Manzana merece otra oportunidad.

Los legisladores estatales y municipales han examinado el acuerdo a puerta cerrada de Jeff Bezos con el gobernador, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio. El Consejo de la Ciudad está preocupado por la falta de un análisis independiente. El senador Michael Gianaris, que representa a Queens, el barrio que eligió Amazon, ha sido designado para un comité que podría vetar el trato, que también incluye una inversión de 2.500 millones de dólares por parte de la compañía.

Los 3.000 millones en incentivos que puede lograr Amazon parecen generosos. Véanse los 1.200 millones en créditos fiscales a través del Programa Excelsior por los 25.000 empleos que planea crear. Son 48.000 dólares por puesto, seis veces más de lo que recibió Morgan Stanley en 2013-15. Apple obtuvo de Texas una décima parte en 2012-17.

Amazon no lo necesita. Se espera que genere 25.000 millones en beneficios antes de impuestos en 2020. Estar cerca de un mercado fértil en profesionales jóvenes y talentosos es una recompensa en sí misma. Y Google va a invertir 1.000 millones en un nuevo campus en Manhattan y alquilará espacio en otras zonas de la ciudad, pero no se ha beneficiado de golosinas como el Programa Excelsior.

Bezos está valorando irse. Pero ofrecer reducir a la mitad los incentivos sería más sensato. Después de todo, Nueva York tiene una razón para no dejar que Amazon se escape demasiado fácilmente: si los planes de la compañía se cumplen, será el quinto empleador privado más grande de la urbe, según Crain’s New York Business. Más importante aún, sería el comienzo de una relación que podría durar décadas. Si los legisladores están decididos a hacerle la vida más difícil, es una señal de que probablemente esté mejor en otro lugar.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Fuente: Cinco Días