Interior de la tienda de Aliexpress en el centro comercial Xanadú, en Arroyomolinos (Madrid)Interior de la tienda de Aliexpress en el centro comercial Xanadú, en Arroyomolinos (Madrid)

”Cuando lo pides en AliExpress vs. cuando te llega a casa”. Esta frase viral, nacida en las redes sociales, ha marcado parte de la trayectoria reciente de AliExpress en España. La filial de Alibaba, especializada en la venta por Internet de productos de todo tipo, esencialmente de origen chino, ha ido ganando adeptos en el mercado nacional hasta convertirse en el que más peso tiene en Europa. Ahora, al contrario de lo que dice el meme, ya no será necesario algo por la web de AliExpress para compararlo con otros.

La firma china abrirá el domingo en España su primera tienda física de Europa, una “puerta de entrada” al Viejo Continente, como reconocen sus portavoces. Recorrerá el camino inverso al de las empresas de distribución tradicionales, temerosas de que el comercio electrónico liquide su negocio físico. La ruta es distinta pero el objetivo, el mismo: la omnicanalidad como modelo para potenciar ventas.

“Queremos extender la experiencia de compra online al mundo físico. Alibaba ve en la omnicanalidad el futuro del comercio”, apuntó el director de operaciones de AliExpress en España, Rubén Bautista, que señaló que el local será un laboratorio de pruebas de las tecnologías que Alibaba ya está testando en China.

AliExpress elige España para lanzar sus tiendas físicas en Europa

Este, presentado este jueves a los medios, está ubicado en el centro comercial Xanadú de Arroyomolinos (Madrid), con una superficie de 740 metros cuadrados dominada por productos tecnológicos, que componen la mayor parte de las 1.000 referencias de 60 marcas distintas presentes en el local, elegidas según los datos de compra recogidos en su web. Desde drones a patinetes eléctricos pasando por smartphones o máquinas para cocinar. Allí conviven marcas como Apple, Xiaomi, Huawei o Samsung con sus propios espacios de venta, con españolas como Cecotec. La oferta de las firmas internacionales y las españolas suponen entre el 60% y el 70% del total, mientras que el restante corresponde a marcas chinas, cuyos productos llegan desde el almacén que la filial logística de Alibaba, Cainaio, tiene en Alovera (Guadalajara).

“Una de nuestras tareas es conectar marcas y clientes de una forma directa. Nosotros apostamos por una experiencia de compra y una forma de interactuar nuevas”, explicó el director general de AliExpress para España y Portugal, William Wang. “La intención es dar una experiencia más cercana. Suele verse a AliExpress como algo lejano, pero desde hace tres años hay un equipo de trabajo en España”, añade Bautista, quien subraya que AliExpress no es un retailer al uso: “El concepto es de una tienda que sea un punto de encuentro y de experimentación”, explica. Entre los ejemplos, una zona para volar drones. Además, como es habitual en este tipo de tiendas, smartphones o tablets están en funcionamiento para ser testadas.

Él éxito alcanzado por la plataforma en España es el principal motivo para haber apostado por este mercado a la hora de abrir la primera tienda física en Europa, en un proceso en el que ha sido asesorada por CBRE. Sus responsables explican que las futuras aperturas, en España y en Europa, dependerán del éxito de esta.

Sin embargo, reconocen que ese es el camino natural . “Estamos enfocados en esta tienda. Si el cliente nos demanda expandirnos, lo haremos”, apuntó Bautista. Madrid es la zona de España con mayor concentración de compradores de AliExpress, seguida de Barcelona y Valencia. La compañía no se cierra puertas para acometer esa expansión, ya sea con tiendas propias, franquiciadas o de la mano de socios como El Corte Inglés con puntos de venta permanentes. En uno de ellos, el de Sanchinarro (Madrid), AliExpress ya tuvo un córner efímero a finales del año pasado.

Tampoco cierran puertas a las ubicaciones. La apuesta por Xanadú, donde trabajarán una veintena de personas, y no por una tienda en el centro de Madrid responde a que la tienda va dirigida “al comprador nacional” y no tanto al turista, además de por el tráfico de clientes. Y pese a que la oferta es tecnológica, tampoco descartan incluir otras categorías, como belleza o la alimentación con productos no perecederos, siempre que los clientes así lo demanden.

Fuente: Cinco Días