La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) aplaude la aprobación, en el Consejo de Ministros de ayer viernes, de un Real Decreto-ley para adecuar las competencias de la CNMC a la normativa de la UE. Con el regulador asumiendo las riendas regulatorias en materia de energía eléctrica, el colectivo defiende la necesidad de un marco jurídico y normativo seguro y estable para la actividad de distribución eléctrica. También recuerda que en los principales países del entorno «es el organismo regulador el que tiene competencias en materia de fijación de peajes eléctricos y retribución de las redes», según ha indicado Aelec a través de un comunicado.

Desde el punto de vista de la asociación, la medida da obligado cumplimiento a lo dispuesto en la normativa comunitaria y se espera que el Estado fije las directrices de la política energética. Para Aelec, esto debiera incidir en la «mejora del marco institucional», haciéndolo más claro, estable y predecible.

Una vez designado el organismo que ejerce las competencias en el ámbito de la fijación de los peajes eléctricos, Aelec valora positivamente que se establezca una metodología y sistema de fijación de precios que se rija «por criterios técnicos rigurosos y respete el principio de sostenibilidad económica del sistema eléctrico». A renglón seguido, esta patronal del sector eléctrico reclama una mayor participación de los diferentes agentes.

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En relación con la retribución de la distribución, Aelec resalta la ampliación del marco de relaciones institucionales con la CNMC, encargada ahora de fijar todos los parámetros que la componen. En este sentido, la suficiencia de valores como la base de activos regulatoria o la tasa de retribución deben ser los que permitan obtener una retribución razonable y adecuada, sin distorsiones que impidan la correcta fijación de los mismos.

El colectivo empresarial también apunta en su comunicado que la distribución requiere de dicha estabilidad y suficiencia retributiva ante el elevado volumen de inversiones que se esperan en la próxima década, lo que supone un importante reto para la actividad. El proceso de transición energética exige, según las empresas que participan en la distribución, unas redes digitalizadas y preparadas para integrar la entrada creciente de energías renovables en el mix eléctrico, así como las nuevas formas de consumo.

Fuente: Cinco Días