La mitad de los dividendos de Abertis van a acabar en manos del grupo ACS si triunfa el proyecto de opa acordado con Atlantia, pero la constructora no solo busca la participación en los beneficios. En las negociaciones que van dando forma a esta adquisición concertada, según cuentan fuentes cercanas a las mismas, ACS trata de sacar adelante un acuerdo que la situaría en una posición privilegiada para captar parte de la inversión de Abertis y, al mismo tiempo, reforzar a la que será su participada.
Con un futuro paquete directo del 30% en el capital de la concesionaria, más otro 20% a través de la filial alemana Hochtief, el grupo que preside Florentino Pérez planea dotar a Abertis de un derecho de primera oferta sobre los activos de su concesionaria Iridium. El acuerdo, comentan las fuentes consultadas, sería similar al que ACS mantuvo con la firma de renovables Saeta Yield, a la que ofreció la opción de tanteo sobre los parques de renovables que iba ejecutando la constructora.
Con esta derivada del acuerdo que diseñan ACS y Atlantia, se quita presión a Abertis a la hora de buscar por el mundo activos ya en operación (brownfield), mientras ACS gana un socio de referencia al que transferir concesiones y, posteriormente, obtener dividendos de ellas. “Debe ser un esquema en el que ganen todas las partes”, explica una fuente implicada.
En 2008 la constructora ya traspasó participaciones en autopistas chilenas a Abertis, de la que era accionista
De salir adelante, el grupo constructor debe fijar con el máximo rigor las condiciones de venta y valor de empresa para que el accionista de ACS no vea dañados sus intereses. Y Atlantia, por su parte, tampoco está por la labor de que su futura filial Abertis sea el destino obligatorio de los activos rotados por ACS. Con un 50% más una acción de Abertis, y el derecho a nombrar al consejero delegado, la italiana tendría la decisión final sobre el plan de inversiones.
ACS, a través de Iridium, ocupa la primera posición mundial en el listado de inversores en infraestructuras que elabora la publicación especializada Public Work Financing (PwF). Entre 1985 y 2017 el grupo español ha participado en proyectos, con mayor o menor participación, por 94.000 millones de dólares. En su cesta figuraban, al cierre del pasado ejercicio, inversiones gestionadas por 27.000 millones de euros, con autopistas que suman 1.443 kilómetros (559 millones en capital directo aportado por ACS); hay 274 kilómetros de ferrocarril, como la línea 2 del metro de la peruana Lima (4.168 millones) o el metro ligero Eglinton Crosstown de Toronto (3.621 millones), en Canadá; Iridium participa en aparcamientos con un total de 19.000 plazas, en hospitales, intercambiadores de transporte, alguna cárcel, comisarías e incluso un paso fronterizo en Chile.
Pero su plan de negocio no contempla la explotación de estas concesiones durante un largo plazo. ACS va vendiendo participaciones y vuelve a entrar en nuevos proyectos que alimentan a su actividad constructora.
Como sucedía en la relación entre este conglomerado y la que fue su filial de renovables Saeta, con una participación del 24% recién vendida al fondo canadiense Brookfield, Atlantia y la propia dirección de Abertis velarían por que el precio fijado por ACS resulta ajustado al mercado.
Más allá de la disponibilidad de la cesta de activos de Iridium, el control conjunto de Abertis por parte de Atlantia, ACS y Hochtief, convierte a la concesionaria catalana en parte de la mayor plataforma de infraestructuras del mundo. La firma que hoy participa La Caixa se integrará en el perímetro de Atlantia y esta tomará un 21,4% de la constructora germana Hochtief, que ACS seguirá consolidando al quedarse por encima del 50% del capital. Desde el primer momento, el plan de ACS era acudir a los mayores concursos de infraestructuras con Hochtief y Abertis, obteniendo un balance capaz de tener el control de los consorcios. Un proyecto que ahora trata de conjugar con Atlantia.
La constructora dice tener identificados proyectos de inversión por 200.000 millones en Norteamérica, Europa y Australia, regiones en las que ACS y Hochtief tienen amplia presencia. Atlantia y Abertis, por su parte, apenas se han estrenado en Norteamérica y no han entrado aún en el pujante mercado australiano.
En 2008, teniendo a ACS como accionista, Abertis ya adquirió participaciones de Iridium, como un 48% en la chilena Autopista Central y un 50% en Rutas del Pacífico, en el mismo país, por un importe total de 700 millones de euros.
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Fuente: El País